17.Dic.2014 / 11:53 am / Haga un comentario

Son los pueblos los auténticos dueños de su destino, ellos en lucha unida con su juventud de vanguardia son los verdaderos conductores de su tránsito por la historia. Mirando a esa misma historia desde el presente, los jóvenes revolucionarios posamos nuestra memoria el día de hoy en un punto de quiebre de la misma, en un momento decisivo, determinante y fundacional de nuestra revolución: colocamos nuestra mirada en el pasado inmediato, recordando que un día como hoy hace 15 años se promulgó la Constitución que le daría paso y vida a nuestro proceso político bolivariano liderado por el Comandante Eterno Hugo Chávez.

Es como un clamor popular el que se afirma en el país cuando se dice que los derechos fundamentales planteados en nuestro texto constitucional son de los más avanzados del mundo, que la letra plasmada por los que en algún momento fueron parte de la Asamblea Constituyente que le dio cuerpo y sentido a nuestro texto constitucional nos abre las posibilidades para hacer en nuestro país el enterrado proyecto de El Libertador Simón Bolívar al querer que Venezuela “la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria”, dichosos somos como nueva generación de venezolanos al contar con una carta magna que esté a la altura del país que queremos construir.

Recordar que nuestra Constitución nació tras la muerte del legado de la oscuridad de la 4ta república, período histórico que afortunadamente no nos tocó vivir pero que lo tenemos siempre presente en nuestros pensamientos y a la hora de analizar nuestra realidad cotidiana, 4ta república bipartidista y puntofijista regida por una constitución (1961) que muchas veces dejó fuera los intereses del pueblo y que moribunda sucumbió ante la fuerza indetenible del huracán bolivariano de la última revolución del siglo XX y la primera revolución del siglo XXI hace 15 años. Una década y media de logros y avances sociales, políticos y económicos gracias a las puertas abiertas por nuestra carta magna, acto inaugural de la revolución bolivariana una vez que el pueblo se hizo gobierno, decisión que fue producto de la visión política e inteligencia de nuestro Comandante Chávez, al considerar que antes de hacer cualquier cosa como nuevo gobierno, que antes de implementar cualquier política social debíamos ir por los caminos de la legalidad de la mano con la legitimidad que le otorgó el pueblo venezolano, con el propósito de garantizar los caminos pacíficos de nuestra revolución y asegurar con ella un modelo político que generara estabilidad para las nuevas generaciones, es decir, para la juventud venezolana quien es la guardiana y la vanguardia del destino del país en el futuro de ese momento, futuro que hoy es presente.

Todo dentro de la Constitución, nada fuera de ella; los jóvenes patriotas que hoy observamos en perspectiva histórica estos 15 años tenemos la tarea de hacer cumplir a cabalidad la base fundacional de nuestro proceso político, en otras palabras, los 350 artículos que se emanan de nuestra quinceañera, asumir nuestra herencia con altura y plantearnos los futuros escenarios en el marco del respeto a las leyes, de no permitir que se ensucie las letras de dicha carta magna e ir por aquellos jóvenes estudiantes, trabajadores y en general a toda la juventud que no comparte nuestro proyecto para convencerlos de que la lucha política en este siglo no es más a través de la violencia, la guarimba y de la violación de la Constitución, al contrario, que el camino de la verdadera política nacional de este siglo es el de la paz, la convivencia, el debate sano y el apego a la Constitución y a las leyes.

Hacerles saber que si en algún momento se ha violado lo planteado en la Constitución desde el gobierno nacional por parte de individuos disfrazados de revolucionarios, es por una contradicción en su supuesta identidad, pues un revolucionario y más en específico un chavista de verdad no es aquel que traiciona la letra plasmada bajo la dirección de nuestro líder histórico Hugo Chávez, sino al contrario quien la defiende y la hace cumplir en su sentido más puro y original. Los jóvenes venezolanos nunca debemos olvidar que nuestros valores y principios son los expuestos en el preámbulo de la carta magna, es decir, la libertad, la justicia, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad individual y social, la preeminencia de los derechos humanos, la ética pública y el pluralismo político; a partir de ellos seguiremos construyendo nuestra patria.

«Sangre que no se desborda, juventud que no se atreve, ni es sangre ni es juventud, ni relucen, ni florecen». Miguel Hernandez

Año bicentenario de la juventud

@JenniferMujica

 

 

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