En la Primera Línea
Por Mervin Maldonado
@MervinMaldonado
Este ha sido un tema que ha estado en el imaginario colectivo, con mayor o menor preponderancia de acuerdo a circunstancias, con mayor o menor conciencia para los ciudadanos, y para reflexionar sobre ello, no se puede hacer sólo en aspectos pequeños, hay que hacerlo desde el todo, que va más allá de la suma de las partes. Ante ello, es inminentemente necesario revisar qué pasa en el mundo, donde lamentablemente ha imperado la lógica del capital, que a través del mercadeo ha mal utilizado sus poderosas herramientas comunicacionales para vender la cultura de la muerte, de la violencia, para que luego ello se traduzca en beneficios para grandes corporaciones transnacionales desalmadas que sólo les importa obtener cada vez mayores ganancias monetarias, a través de su industria de guerra, explotación del hombre por el hombre, narcotráfico, denigrando a la humanidad a lo más bajo con tal de posicionar cualquier producto, sin importar el daño que hacen, y que en su mayoría son difíciles de identificar porque se mimetizan para no mostrarse y salvaguardar sus mezquinos intereses. Esto sin lugar a dudas es factor determinante en el contexto en el que estamos en nuestro planeta, que se traduce en pérdida de valores de las sociedades, muertes, pobreza, disociación, entre muchas otras cosas que pudiéramos mencionar.
En tal sentido, nuestra Venezuela ha venido enfrentando esta situación, que no es nada fácil, ya que se lucha contra un monstruo gigante, la mayoría de las veces sin rostro, lo que hace más complejo obtener resultados más contundentes, pero que nadie puede negar los importantes avances que se han obtenido a la fecha. Algunos, de manera sesgada y errada, señalan que esto es un problema de algún sector, y por visceralidades no asumen que nos afecta de manera directa o indirecta generalizadamente, por lo que nos corresponde a todos, en mayor o menor escala, trabajar para cambiar definitivamente esta realidad.
A mi parecer, una de las principales tareas que tenemos, y exhorto a que nos dediquemos más a ello, es la formación de valores en el núcleo familiar, desde nuestros niños, así como todos los integrantes con los que convivimos, para que pueda existir una robusta conciencia que sea impenetrable por cualquier amenaza que quiera hacer su trabajo sucio en la mente, corazón y acciones de los seres humanos. Que dediquemos mayor esfuerzo colectivo, del que ya venimos haciendo, a desarrollar todo lo hermoso de la vida, de la naturaleza, de la familia, de nuestras comunidades, sectores a los que nos asociamos, potenciar todas las herramientas necesarias en salud, educación, trabajo, deporte, artes, recreación, comunicaciones, que así como venimos avanzando importantemente en ellas, nos permitan en esta etapa acelerar profunda y decididamente la victoria social en este aspecto.
Esto nos convoca por igual, no podemos esperar que las cosas las hagan solos algunos, o que caigan de la nada, tu y yo, todos, debemos participar activamente, con nuestras ideas, con nuestras manos, con hechos concretos, en lo cotidiano, en los detalles, a construir un mundo mejor. Yo estoy seguro que tenemos las capacidades, que lo haremos, que con orgullo diremos al mundo y dejaremos sellado en la historia que las mujeres y hombres de estas nobles tierras, lo logramos, ¡claro que Sí!
¡Chávez Vive, la Patria Sigue!