Esta semana el debate mundial se ha centrado en el tema ambiental. Copenhague ha sido sede de distintas querellas, distintos puntos de vista enmarcados en las visiones de encontradas del mundo entre los dos sistemas preponderantes; el de la autodestrucción y el de la esperanza. Y es que aún cuando es evidente el deterioro, aún cuando los polos se están descongelando, las inundaciones se llevan casas y familias enteras, aún cuando los cambios climáticos han intensificado a huracanes y ciclones que arrastran y destrozan tierras cultivables, la discusión se centra en la repercusión económica para las grandes empresas que con la emisión de gases contribuyen cada día a que éste planeta en un futuro cercano no sea habitable.
Los impactos más directos de la masacre ambiental lo sufren los países más pobres, pero más temprano que tarde, de seguir como vamos, la afectación será mundial. Es curioso ver que países como los Estados Unidos, quienes contribuyen de manera negativa al medio ambiente se ha desvinculado, casi en su totalidad, de toda responsabilidad al respecto. ¡Es hora de que cada quien asuma su responsabilidad por el daño que le han hecho al planeta! ¡Es hora de que haya sinceridad en el debate y que cada acción política esté enmarcada en la protección al desarrollo humano sustentable!.
Bien lo decía el Presidente Chávez en la Cumbre, los ricos están destruyendo al planeta ¿Es que acaso piensan irse a vivir a otro? ¿Este no es el planeta en donde vivirán y se desarrollarán sus hijos e hijas?.
Venezuela ha cumplido cabalmente los compromisos adquiridos en la firma del protocolo de Kioto, y ha hecho además innumerables esfuerzos para elevar la conciencia de la acción social en la lucha contra el calentamiento del planeta. Le hemos enseñado a nuestros niños y niñas el valor del ambiente, el valor del ecosistema, la necesidad de ahorrar agua, de ahorrar la energía. Porque incluso con esta acción estamos garantizando que los hijos de los ricos tengan un planeta sano en donde vivir y desarrollarse a plenitud.
La Cumbre como bien sabemos a sido blanco de innumerables protestas, pero también se han escuchado argumentos acerca de la necesidad de sincerar las voluntades políticas y sobreponer, como la lógica lo indica, la vida del ser humano a los intereses materiales de cogollos inescrupulosos. El mundo ha cambiado, el socialismo tiene como piedra fundamental construir sus cimientos sobre una pachamama habitable, sobre la ecología y su importancia, sobre el trabajo de la tierra con respeto, con conciencia y con responsabilidad.
Hector Rodríguez Castro
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