La navidad es una época de paz y reflexión, pero sobretodo una fiesta para celebrarla en familia, con los amigos y los seres más queridos. Es una época para pensar en todo aquello que hemos hecho y nos falta por hacer. Es notorio ver como los medios de comunicación hacen gala de lo contrario, y nos bombardean con comerciales que incitan al consumo masivo de innumerables artículos materiales que no cubren necesidades en nuestro entorno.
El capitalismo promueve por ejemplo el rendir culto al regalo, como aquella caja que contiene un producto con tal costo, y no nos damos cuenta que el valor de dar está en nuestros corazones, en la sonrisa, en el abrazo sincero.
Ésta es una época para sentarnos a pensar en los planes futuros contemplando juntos los amaneceres, disfrutar del frío decembrino con nuestros hijos e hijas, es el tiempo propicio para dedicarnos a la planificación de nuestras familias, a debatir la visión de país que queremos, a compartir lo que tenemos con los más pobres.
Y el próximo año debemos luchar por la consolidación real de nuestro proceso histórico, debemos cooperar con la construcción de un mundo mejor, con la emancipación real del hombre y la mujer nueva, luchar por el cese de la guerra y la templanza del consenso, por la consolidación de la paz en todos los países que componen éste planeta, por la construcción de una sociedad de igualdad y justicia social.
Sintámonos en familia, acompañémonos, démonos amor. Sirvamos de ejemplo a las generaciones futuras, sobreponiendo el valor de la risa, del abrazo, del beso y de la esperanza, al valor del comercio.
¡Felicidad y Paz en ésta Navidad!
Hector Rodríguez Castro
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