La doctrina del capital, como principal enemigo del planeta se ha posicionado de manera aberrada en las economías del mundo, trascendiendo las fronteras de la razón del ser humano, convirtiendo todo en mercancía, y transformando a la vida misma en una rama mas del mercado capitalista.
La vida es la transición de todo ser, por el mundo, siendo esta productiva cuando se deja un legado, cuando esta se acaba pasamos a formar parte de la materia orgánica, que seguramente dará vida a un árbol u otra planta en el futuro.
Ahora haciendo un análisis critico, al negocio que lucra a los vivos con la muerte, me refiero a las funerarias, cementerios y todas aquellas actividades, que por el afán de lucro, carecen de cualquier manifestación ética y moral. Es inconcebible el hecho de que alguna persona pueda pensar lo siguiente:
– Ojalá y se muera alguien, porque se me acabó el dinero para salir de compras.
– Entre mas gente muera, mas dinero voy a obtener.
Y así muchas otras expresiones, que, aunque suenen exageradas, tienen mucho de cierto puesto que, si esto es un negocio obviamente su dueño quiere vender bastante, entonces querrá que haya demanda, y esta demanda solo será posible con la muerte. Los pobres muchas veces pensamos en lo costosa que será nuestra muerte, y quizá haya el que solo teme a ella por el hecho de no querer dejar como herencia a sus seres queridos, la enorme deuda que implicaría la cobertura de todos los gastos que genera su muerte. También existirá la persona que pase toda su vida pensando en lo caro que valdrá su muerte.
Claro está que lo más doloroso de la perdida de un ser humano no es lo económico, sino lo sentimental, pero se hace necesaria esta reflexión porque en Venezuela estamos construyendo nuestro socialismo y el mismo debe ser profundamente humanista.
Una propuesta es la socialización de este sector, no como un sector productivo, sino mas bien como un generador de estabilidad emocional en las personas que viven la perdida de un ser querido y pasan por esta calamidad, de no saber que hacer con los restos de un familiar después de su fallecimiento, por el hecho de no tener dinero para cubrir los gastos en una de estas empresas de la muerte.
La revolución es el camino, contra el uso de cualquier medio para la opresión económica del pueblo, solo con la revolución todos los cambios para la emancipación, son posibles, digamos amén a cualquier cambio o propuesta de cambio siempre y cuando pueda generar felicidad a la mayoría de un pueblo.
En socialismo el pueblo propone los cambios y el mismo pueblo autor, actor y protagonista, los hace realidad.
Tenemos:
Siete líneas estratégicas
Cinco motores
Tres raíces
Un líder… el comandante Chávez.
Esa es la consigna!
Patria socialista o muerte… Venceremos!
José Luis Loaiza Tibaquirá
loaizajoseluis@gmail.com