Juventud
Prensa AVN.- Hoy, cuando se cumplen seis meses de la siembra física del comandante y líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, el amor del pueblo se mantiene firme, sincero. Irene Yánez, de 72 años de edad, lo recuerda y se le empañan los ojos como aquella tarde del 5 de marzo.
«¿Cómo no hacerlo?», manifiesta. Y tiene toda la razón. Todo lo que la rodea tienen el sello de Chávez: vive en Desarrollo Habitacional Cacique Tiuna, tiene un título universitario de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) y forma parte de la Misión Cultura Corazón Adentro, «fruto de la voluntad, del amor de mi comandante».
Por estas y otras tantas cosas Irene le rinde homenaje a quien es «sinónimo de oportunidad». Ella, siguiendo el ejemplo de Hugo Chávez, forma en su comunidad a 25 niños, para fortalecer su pasión por la cultura.
«Es la mejor forma en la que le ofrezco tributo: enseñándole a los niños, esos niños que fueron su debilidad», pues así lo demostraba Hugo Chávez. Se quebrantaba al ver a un niño: hablaba, jugaba, cantaba, no importaba el escenario.
Lo propio ocurría con los adultos mayores. Brotaba con franqueza su sensibilidad, que hizo despertar a más de uno, recuerda la señora Irene.
«Llegó Chávez como un quita vendas. Míreme a mí: antes yo era una mujer dedicada a las labores del hogar, a la atención de mis hijos (…) Llegó ese hombre y les dije: voy a sacar el bachillerato. Y después, no me puedo quedar así, voy a la universidad y saqué mi título en la UBV, y esa vida pasiva cambió por completo. Y por eso digo mi comandante es ejemplo de dignidad y grandeza».
Como agradecimiento Irene acude los 5 de cada mes al Cuartel de la Montaña, en la parroquia 23 de Enero, en Caracas, lugar donde reposa el líder de la Revolución Bolivariana.
Allí también estaba hoy Zulay Viera, quien al igual que a Irene la motiva «la profunda gratitud» hacia Chávez.
«El es nuestra base, esa motivación que nos ayuda a no decaer, a superar cualquier barrera y a seguir diseminando sus ideales», dice Viera, también promotora de la Misión Cultura en la parroquia El Valle.
Como Irene y Zulay millones de venezolanos recuerdan con amor al comandante.
Vecinos cercanos al Cuartel de la Montaña -lugar desde donde el Comandante Chávez dirigió la rebelión cívico-militar del 4 de febrero de 1992, que dio inicio al proceso revolucionario en Venezuela- utilizaron distintas formas para rendirte tributo.
Algunos colocaron banderas y afiches, mientras otros se presentaron ataviados con una camisa roja, la mayoría con la mirada de Chávez estampada, como símbolo de quien dirige la marcha.
Al igual que en el Cuartel de la Montaña, otros espacios del país serán escenarios para actividades en honor del comandante Chávez.