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AVN.- El presidente de la República, Nicolás Maduro, expresó este lunes que se vale «llorar lágrimas de amor por nuestro comandante infinito», a propósito de cumplirse los 60 años del natalicio del comandante Hugo Chávez.
«Bendito sea su vientre doña Elena (madre del comandante) por habernos traído a este redentor de patria, a este redentor de pueblo», dijo, desde la recién inaugurada Plaza Hugo Chávez en Sabaneta, lugar que vio nacer y crecer al líder de la Revolución Bolivariana.
El saludo caluroso del presidente Maduro también se extendió a Hugo de los Reyes, padre del comandante Chávez, a quien calificó como «el roble de los llanos» y felicitó por criar a «ese maravilloso hombre».
Expresó el mandatario que el amor y la lealtad del pueblo «tienen feliz al Comandante», y al tiempo mencionó que desde tierras lejanas como Rusia han llegado mensajes de afecto dedicados al presidente revolucionario.
«Gracias presidente de Rusia, Vladimir Putin y a su embajador, porque desde allá, de Siberia hasta Sabaneta, corre el amor por el Comandante», enfatizó.
El Presidente también agradeció a la coral masculina que interpretó varias piezas durante el evento «porque no les importó cantar bajo una temperatura de 40 grados con tal de manifestarle su amor al Comandante».
Recordó que la primera vez que viajó a Sabaneta fue en julio de 1995 y «entramos por esa calle con un camión gigante que decía Marcha Venezuela del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR 200), y salieron miles de ciclistas en aquella época la bicicleta era el método de transporte principal, y nuestro Comandante estaba recorriendo pueblo a pueblo, calle a calle, cargaba la bandera del proceso popular constituyente, formando al pueblo, despertándolo, construyendo la fuerza política y social».
Compartiendo una cerveza en un club esa noche lo escuchó hablando de su infancia, de su familia, de sus sueños de niño «así como después se los contó al país. Aquel año el Comandante andaba pasando el desierto, perseguido por el gobierno de entonces, pero cuando llegó a su pueblo la gente salió a recibirlo con amor».
Cinco años más tarde volvió por esos mismos caminos como presidente de la República junto al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, «los dos comandantes que abrieron el camino del siglo XXI, padre e hijo de la vida»