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Este lunes 1º de Junio es un día histórico para El Salvador, pero también para toda América Latina que ve como, nuevamente, se hace del poder la opción revolucionaria. No es poca cosa lo que acontece con el ascenso de Mauricio Fúnes, quien llegó a la Presidencia salvadoreña como candidato del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN).
Al contrario, llegar a la Presidencia con una agenda de cambios a un país que ha vivido la intervención el colonialismo e intervencionismo militar extranjero, dictaduras ultraconservadoras y una reciente y sangrienta guerra civil no es tarea fácil. En todo caso, sabemos que el pueblo de El Salvador está forjado en el heroísmo de sus ancestros indígenas y en la rebeldía de Farabundo Martí, por lo cual, es ineluctable el éxito de la Revolución.
El Salvador, como Venezuela con respecto de la Gran Colombia , fue separada de la República Federal Centroamericana en el siglo XIX como una estrategia cómplice entre las oligarquías nacionales y el imperialismo británico y norteamericano por dividir a nuestros pueblos. Es así como luego se haría fácil dominar y agredir al pueblo salvadoreño a través de la élite que se enquistaría en el aparato del Estado. Así pues, accedieron al poder hombres tan oscuros, miserables y apátridas como el del General Maximiliano Hernández Martínez quien liquidó a miles de indígenas y gente del pueblo, entre ellos, fusilando a Farabundo Martí, héroe del levantamiento de campesinos de 1932.
Luego de esa masacre se advinieron unas tras otras a través de gobiernos derechistas que vendieron al Salvador al mejor postor, mejor dicho al peor postor: Los Estados Unidos de América. Por eso, cuando estalló la Guerra civil en ese país entre 1980 y 1992, los yankees mandaron a matar (OTRA VEZ!!!) al pueblo salvadoreño, incluyendo al Arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, hombre que compartía la tesis de la teología de la liberación, esencialmente cristiana, es decir, que comparte la solidaridad entre los hombres y mujeres, aboga por la construcción de un mundo mejor y prioriza la atención en los más desposeídos.
Hoy pues, la Historia Latinoamericana y la Historia de El Salvador tienes los ojos puestos en el Presidente Mauricio Fúnes, quien está llamado a hacer la revolución en el Salvador. La JPSUV felicita al pueblo salvadoreño por este importantísimo logro, expresando que en Venezuela, que en la Revolución Bolivariana y en la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela tendrán un brazo bolivariano para seguir construyendo juntos, la Patria Grande !.