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Durante la VII Reunión de la Comisión Bilateral (entre Cuba y EE.UU.) que tuvo lugar en Washington DC (capital de EE.UU.), la delegación del país caribeño sostuvo el jueves que los embargos económicos, comerciales y financieros siguen siendo el obstáculo fundamental para cualquier perspectiva del mejoramiento en los nexos recíprocos.
“La delegación de Cuba rechaza el retroceso impuesto por el Gobierno de EE.UU. en las relaciones bilaterales y llamó la atención sobre sus consecuencias negativas para ambos pueblos, la emigración cubana y para el entorno regional e internacional”, tuiteó el jueves la embajada de Cuba en territorio estadounidense.
Al mismo tiempo, denunció la tendencia creciente de esa política aplicada por el país norteamericano a la Isla hace más de 55 años con la adopción, en particular, de medidas financieras adicionales de agresivo carácter extraterritorial.
En ese sentido, la delegación encabezada por Carlos Fernández de Cossío, director general de EE.UU. en la Cancillería de Cuba, anunció la intensión de la Casa Blanca para injerir en los asuntos internos del pueblo cubano mediante la manipulación del tema de derechos humanos.
A este respecto, la sede diplomática cubana denunció que la imposición de medidas restrictivas como el bloqueo económico por parte de Estados Unidos es una política condenada por la gran mayoría de la comunidad internacional, que “viola los principios de derechos humanos de manera flagrante, masiva y sistemática”.
Durante la visita realizada el 14 de junio, la parte cubana también informó de la eliminación de la arbitraria “alerta de viajes” que obstaculiza los intercambios científicos, académicos, culturales, religiosos y empresariales, “así como las visitas de estadounidenses a un país internacionalmente reconocido como seguro y saludable”.
En octubre del año pasado, el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, suspendió la entrega de visas y procedió a sacar al 60 por ciento de sus funcionarios del país vecino y expulsó a 15 diplomáticos cubanos de Washington, por diversos asuntos, entre ellos, supuestos ataques sónicos contra su personal diplomático, aunque La Habana ha reclamado la falta de evidencias al respecto.
Tras el encuentro, el lado estadounidense, guiado por John Creamer, subsecretario adjunto del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, sostuvo que no proporcionarán servicios regulares de visado en La Habana hasta que no consideren que sea lo suficientemente seguro restablecer el personal retirado del país caribeño.
Hispan TV