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México ha estado asolado durante mucho tiempo por la corrupción generalizada, los cárteles de la droga y otras organizaciones delictivas que han penetrado con facilidad en las instituciones gubernamentales. Por ello, y basándose en el transcurso de los hechos actuales, el experto Ted Galen Carpenter establece que este país podría convertirse en un Estado fallido.
«México no es Somalia, Bosnia, Yemen o Sudán, donde ciertas características estabilizadoras están ausentes», establece Ted Galen Carpenter, vicepresidente de los estudios de defensa y política exterior del Instituto Cato (EE.UU.), pero añade que «para que México alcance su potencial como un país moderno y bien gobernado, debe tomar medidas para frenar los efectos corrosivos de la corrupción institucional», informa la revista analítica ‘The National Interest’.
«La tendencia alentadora [que se produjo con la llegada de Enrique Peña Nieto (2012)] se ha invertido de manera alarmante en los últimos meses», afirma el experto. El caso más destacado que contribuye a la desestabilización estatal, es la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en el estado mexicano de Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
La Procuraduría General de la República reveló la colaboración de la Policía con los sicarios del cártel ‘Guerreros Unidos’, quienes asesinaron y quemaron a los normalistas. Familiares de los desaparecidos reprochan a Peña Nieto su inactividad ante el asunto, quien incluso llamó al pueblo mexicano a «superar» lo sucedido.
Carpenter destaca que este terrible episodio no contribuye a otro de los puntos débiles del país: la confianza pública en las instituciones gubernamentales. La Policía, el Ejército e incluso el sistema judicial están «plagados de corrupción» y «la disposición del pueblo a tolerar esta situación está disminuyendo claramente».
A esto se le añade que los cárteles de droga siguen siendo igual de «poderosos y despiadados como siempre», algunos de los cuales se están ramificando hacia el exterior con el tráfico de órganos, la extorsión, el secuestro y otras actividades delictivas para incrementar sus ingresos, llegando a construir un «Gobierno paralelo» en algunas regiones del país.
Así, se vislumbra un desalentador futuro si no se toman medidas ante estos puntos clave que sirven de advertencias predictivas hacia cual puede ser el destino de México en caso de que la actual situación se prolongue en el tiempo.