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Foto: AVN
Hace 31 años, un 16 de enero 1987, nació en Maracaibo, estado Zulia, el líder juvenil Robert Serra, quien se destacó por encabezar innumerables luchas en defensa de los derechos de jóvenes venezolanos.
Este socialista, era un abogado egresado de la Universidad Católica Andrés Bello, que formó parte de la dirigencia estudiantil bolivariana y de la Comisión del Poder Popular estudiantil en 2007, y en 2009 se postuló como candidato al Parlamento por el circuito 2 del Distrito Capital, en las que resultó electo, para convertirse en el diputado más joven del país.
Serra, un orador seguro de su potencial, un luchador popular al que le bastaron los 27 años que vivió para transcender en la historia política del país, y consolidarse como un ejemplo para las nuevas generaciones que han elegido a la política como un estilo de vida.
Hace tres años, el 1º de octubre de 2014 fue vilmente asesinado junto a su compañera de luchas María Herrera, en la residencia del joven parlamentario, ubicada en la parroquia La Pastora, en Caracas.
Léiver Padilla Mendoza, alias «El Colombia», paramilitar determinado como autor intelectual y uno de los autores materiales de los asesinatos, resultó vinculado con grupos de la extrema derecha que opera desde Colombia y Estados Unidos contra el Gobierno venezolano.
El hecho, condenado por el Gobierno y el pueblo venezolano, obedeció un patrón que forma parte de una agenda violenta para promover terror y desestabilización, al igual que la violencia de calle llamada «guarimba» que con el plan golpista «La Salida», promovió Leopoldo López ese mismo año, con un saldo de 43 muertos y más de 800 heridos.
Las características de la muerte del joven revolucionario demuestran el «modus operandi» de sectores derechistas más radicales en Venezuela que han empleado el asesinato selectivo contra otros dirigentes políticos, como lo evidencian los homicidios de Danilo Ánderson y Eliécer Otaiza, cuyo «patrón salvaje» nuevamente se pone en práctica con el asesinato de constituyente por el estado Trujillo Tomás Lucena, quien fue víctima de sicariato político el pasado miércoles 10 de enero.
Robert Serra fue un joven que, al igual que el constituyente Tomás Lucena, quería seguir construyendo la patria nueva.
«Hemos visto como la derecha venezolana en su afán de llegar al poder y al verse derrotada una vez más por la fuerza revolucionaria que ha escogido el camino de la paz, ha implementado el asesinato político como metodología de sus políticas, para callar a la voces de millones de jóvenes que decidimos el camino de la Revolución Bolivariana», sostuvo el jueves pasado el constituyente Ángelo Rivas, durante la sesión solemne que realiza la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) para honrar memoria del joven Lucena.
En esa oportunidad, Rivas señaló que la derecha extrema trata de desmovilizar a la juventud. «En este órgano plenipotenciario somos cientos de Robert Serra y Tomás Lucena que estamos en el camino revolucionario de la paz», dijo.
AVN