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Esa noche desde el Palacio de Miraflores en Caracas, Chávez alertaba que los adversarios no descasan nunca para, por cualquier vía y ante “cualquier circunstancia”, revertir los logros del pueblos y para recuperar sus intereses y privilegios que les fueron trastocados con la llegada de la Revolución Bolivariana y al declararse Venezuela como patria libre y soberana hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva
Un 8 de diciembre de 2012, a las 9:00 de la noche, todo el país recibió las palabras más sentidas de amor y de lucha del Comandante Eterno de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez Frías, quien advirtió en cadena nacional de radio y televisión, los posibles escenarios que tendría la patria ante el poderoso enemigo capitalista.
Acompañado para el momento, del vicepresidente de la República, Nicolás Maduro; la vicepresidenta del Consejo de Ministros para el Área Social, Yádira Córdova; el vicepresidente para el Consejo de Ministros para el Área Financiera, Jorge Giordanni; Rafael Ramírez, vicepresidente de Consejo de Ministros para el Desarrollo Terrirorial, el vicepresidente para el Área Productiva, Ricardo Menéndez y de los ministros de Ciencia y Tecnología y Defensa, Jorge Arreaza y Diego Molero; Hugo Chávez explicaba durante una cadena que no era su estilo, por ser sábado en la noche, lo que serían las directrices a seguir si “algo no salía bien” en su próxima operación.
Esa noche desde el Palacio de Miraflores en Caracas, Chávez alertaba que los adversarios no descasan nunca para, por cualquier vía y ante “cualquier circunstancia”, para revertir los logros del pueblos y para recuperar sus intereses y privilegios que les fueron trastocados con la llegada de la Revolución Bolivariana y al declararse Venezuela como patria libre y soberana hacia la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
Un discurso doloroso para muchos revolucionarios y revolucionarias en Venezuela y en cualquier rincón de este mundo, para quienes acompañaron y sufrieron la terrible enfermedad del Comandante Hugo Chávez, pero también fue un discurso de moral y de batalla, que ha señalado el camino a lo largo de todos estos meses y marcará rumbo de los próximos años de lucha política en la transición hacia el Socialismo.
UNIDAD, UNIDAD, UNIDAD, ESA DEBE SER NUESTRA DIVISA
“Tenemos un pueblo, tenemos una Fuerza Armada, la unidad nacional. Si en algo debo insistir en este nuevo escenario, en esta nueva batalla, en este nuevo trance -diría un llanero por allá- bueno es en fortalecer la unidad nacional, la unidad de todas las fuerzas populares, la unidad de todas las fuerzas revolucionarias, la unidad de toda la Fuerza Armada, mis queridos soldados, camaradas, compañeros; la unidad del Ejército, mi Ejército, mi amado Ejército. El Ejército, la Marina, mi amada Marina”, dijo, y hoy el pueblo todo así lo ha cumplido de la mano del Presidente Nicolás Maduro, quien continúa con las tareas de la Revolución Bolivariana, como lo ordenó el líder revolucionario, fueron algunas de las palabras más sentidas del último discurso del comandante.
El 8 de diciembre, fue declarado como Día de la lealtad y el amor a Hugo Chávez y a la Patria. La Gaceta Oficial número 40.286 del 4 de diciembre de 2013, oficializa el decreto 541 del Presidente Maduro, y en uno de sus considerandos se reconoce que Hugo Chávez logró transformar la Venezuela humillada del siglo pasado, cuando estuvo sumida en las tinieblas del capitalismo y cuya peor expresión se registró en el llamado Caracazo de 1989.
El presidente obrero, Nicolás Maduro, sigue ratificando que hay que enfilar las acciones en construir una nueva mayoría que encare las grandes tareas que tiene nuestra Patria, al sostener que se ha abierto una nueva etapa con el revés que vivió la Revolución en las recientes elecciones parlamentarias.