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Foto AVN
Prensa Prensidencial.- El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, llegó a La Grita, en el occidental estado Táchira, para cumplir una promesa al Santo Cristo, patrono de la entidad andina.
Proveniente de La Habana, el jefe del Estado arribó a la base militar ubicada en La Fría, a unos 80 kilómetros de La Grita, para luego trasladarse, vía terrestre, hasta el poblado caracterizado por ser tierra de peregrinaje. Allá llegan los católicos a reafirmar su fe, agradecer y pedir un favor.
El obispo de San Cristóbal, Mario Moronta, le recibió en la puerta de la iglesia y tras invocar en favor del Presidente la bendición divina, ingresaron por el pasillo central mientras la Orquesta Juvenil de La Grita entonaba la canción “Venezuela”, compuesta por Pablo Herrero y José Luis Armenteros.
El pueblo de La Grita esperó al presidente Chávez y plenó el santuario adonde llegó acompañado por su hija mayor, Rosa Virginia, y su nieto Jorge Alejandro.
Tras la lectura de la palabra de Cristo y una reflexión de monseñor Moronta, el jefe de Estado se acercó a la imagen del Santo Cristo. Allí, arrodillado ante la talla más antigua de Los Andes y que desde hace 401 años guía la fe del pueblo tachirense, oró mientras era acompañado, en silencio, por los gritenses.
El líder de la Revolución Bolivariana cumplió en las últimas horas con rigurosos exámenes médicos que arrojaron resultados satisfactorios en la evolución de su salud. A su llegada a La Fría comentó que a partir de ahora deberá cumplir con revisiones cada cuatro meses, y aseguró que comienza una nueva etapa en su vida.
Desde que fue diagnosticado con una tumoración maligna en la región pélvica, el mandatario venezolano fue sometido a un exhaustivo tratamiento médico. Durante este tiempo, el presidente Chávez encontró en el amor del pueblo y de su familia, la fuerza necesaria para sobrellevar esta emboscada —como él la definió en su momento— y encontrar razones para vivir, y vivir bien.
El Santo Cristo de La Grita es una imagen que se venera en esta montañosa población tachirense. Le conocen como el Cristo del Rostro Sereno. Hasta él van miles de fieles, y en alguna ocasión —narró Moronta— lo hizo el propio Libertador Simón Bolívar: «“Me retiro caminando de espalda”, dijo en su momento el Padre de la Patria. Porque no podía él, siendo el Libertador, darle la espalda a la divinidad».
El obispo Mario Moronta señaló que todo aquel que llega al santuario recibe la bendición del Cristo del Rostro Sereno.
Aprovechó para agradecer los trabajos que el Gobierno Bolivariano realiza para la construcción del santuario del Santo Cristo de La Grita. Esperan que para 2012 esté concluido, con lo cual se convertirá en el más grande de Venezuela.
Comentarios
Buenas Noches: lo vi y di gracias a dios ….. el tiene el control la gloria y la honra para el por tan esperado millagro suplicado por millones de personas por una sola causa … dios gracias es´piritu santo mora en la vida de nuestro presidente chavez