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El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Brasil informó este domingo que la actual mandataria, Dilma Rousseff, resultó vencedora en la segunda vuelta electoral que se efectuó este domingo.
Rousseff ganó con el 51,45% de los votos, por encima del 48.55% de su contendor Aécio Neves.
Durante su discurso, ofrecido la noche de hoy desde su comando de campaña, la mandataria brasileña dijo que quiere discutir el plebiscito y la reforma política con el congreso y el pueblo brasileño.
«Tengo la convicción que habrá interés por parte del congreso y de los sectores de la sociedad para iniciar una discusión y llevar a cabo medidas concretas. También quiero discutirlo con todos los movimientos sociales y las fuerzas de la sociedad civil», expresó en declaraciones transmitidas por Telesur.
Se comprometió a fortalecer la lucha contra la corrupción y la impunidad. También destacó que consolidará las instituciones de control y propondrá cambios en la legislación actual «para acabar con la impunidad que es protectora de la corrupción».
En materia económica, indicó que promoverá «acciones localizadas, para que retomemos los niveles de crecimiento, para asegurar la valorización de los salarios, vamos a dar más impulso a la actividad económica en todos los sectores, en especial el industrial».
Además, afirmó que continuará combatiendo la inflación y estimulará el diálogo y la alianza con las fuerzas productivas del país.
«Brasil salió ganando esta disputa, vamos a continuar construyendo un mejor Brasil, un país más inclusivo, más moderno, el país de la solidaridad y de las oportunidades. Un Brasil que valoriza el trabajo y la energía emprendedora, que cuida a las personas y mira especialmente a las mujeres, a los negros y a los jóvenes. Un Brasil cada vez más dedicado a la educación, a la cultura, a la ciencia y a la innovación», manifestó Roussefft.
La presidenta reelecta agradeció a los brasileños, al vicepresidente, Michelle Teme, a los ministros, diputados, senadores, a los partidos de la coalición y al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien la acompañó mientras ofrecía su discurso.
«Agradezco a cada uno de la militancia combatiente, que fueron el alma y la fuerza de esta victoria, y también agradezco sin excepción a todos los brasileños (…) Envío mi agradecimiento desde el fondo de mi corazón a un militante que quiero mucho, el militante del pueblo de Brasil, al presidente Lula», dijo.
Rousseff también hizo un llamado a la unidad del pueblo brasileño al tiempo que aseguró que estas elecciones no dividieron al país, sino que movilizaron las ideas y emociones contradictorias para la búsqueda de un mejor futuro en esa nación suramericana.