Juventud / Nacionales
Herick Goicoechea, responsable nacional de Formación Ideológica de la Juventud del PSUV, asistió al programa Contrastes transmitido por VTV, donde conversó sobre los hechos del 23 de Enero de 1958.
Bajo este contexto, Goicoechea, resaltó que dichos sucesos “forman parte de una historia que no solo puede verse desde el año 58 hasta el 98, debido que hay un conjunto de visiones sociales que son cuestionables”, ya que política y académicamente “se ha intentado invisibilizar la participación de los jóvenes y se ha hecho ver como un asunto exclusivo de las direcciones de los partidos políticos obviando a los movimientos sociales y a los jóvenes que los pusieron como carne de cañón, para resaltar a los partidos como los creadores de la democracia, negando la participación de los jóvenes desde el año 1945”.
En este sentido, señaló que “la actuación del sector estudiantil que se presentó para la salida de Marcos Pérez Jiménez, se ha omitido”, buscando eletizar y destacar a los mismos actores de la vieja política.
Insistió que para ese tiempo, el contexto internacional era garantizar la seguridad política, debido a que Venezuela ya era vista como la bomba de gasolina de EEUU, por eso aseveró que es importante retomar la explicación sobre este caso.
Asimismo, el historiador Arístides Medina, explicó que los venezolanos, “estuvimos mucho tiempo engañados, salimos de una dictadura y tuvimos un breve momento de felicidad popular, de ahí caímos en otra dictadura que salimos en 1998, cuando Chávez ganó las elecciones”. Igualmente ratificó que “no podemos negar que tuvimos momentos de felicidad, como es el 6 de diciembre de 1998, el 4 de febrero y las ganancias que logramos obtener el 27 de febrero”.
Por su parte, el docente universitario, Cristian Durán, coincidió con el politólogo Goicoechea sobre la importancia de la participación de los jóvenes a través de la historia, resaltado las figuras de Fabricio Ojeda y Jorge Rodríguez, quienes representaron el cambio revolucionario en su época.
Durán, quiso enfatizar el logro revolucionario a nivel académico para la juventud nacional, la cual va más allá de dictar clases, aseveró que “es el encuentro de saberes, para dirigir la responsabilidad de poder documentarse, la cual fundamentalmente radica que el joven revolucionario debe ser crítico”. Explicó finalmente, que la población en general debe saber cómo están sucediendo las cosas dentro de la revolución, y que “la crítica debe ser imprescindible para poder dar el salto e ir decantando esas cosas que no está bien, ya que venimos de siglos de capitalismo”.
Desde el punto de vista estudiantil, Sofía Serrano, cuestionó nuevamente la omisión de la participación de estudiantes en 1958, debido a la superficialidad en la que es explicada en los colegios y universidades. Exhortó a retomar y profundizar este tema para que la gran mayoría entienda el porqué de estos sucesos. En este espacio, celebró que en la actualidad “los jóvenes estamos en constante formación, desde la juventud del Partido se ha fomentado la educación teórica-práctica y eso constituye que la unidad se construya y esta victoria sea una victoria realmente y no sea misión cumplida”.