Telesur.- El secretario de Gobierno del departamento colombiano del Caquetá, Edilberto Ramón Endo, anunció este martes que hallaron sin vida el cuerpo del Gobernador de esa entidad neogranadina, Luis Francisco Cuellar, quien había sido secuestrado este lunes en su casa a las 23:00 horas locales.

Endo precisó que el cadáver fue encontrado en Sebastopol, zona rural cercana a Florencia, la capital del Caquetá (suroeste).

La corresponsal de teleSUR en Colombia, Tatiana Pérez, reportó que pese a que el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) de la Fiscalía colombiana está haciendo su trabajo, «aún no lo ha confirmado» si el cuerpo era el de Cuéllar.

Información del sitio web del diario El Tiempo revela que el presunto cuerpo de Cuéllar se encontró «en el suroriente de Florencia, con impactos de bala y rodeado de explosivos. Su identificación no ha sido confirmada plenamente por el CTI de la Fiscalía».

El diario colombiano afirmó que el hallazgo fue «reportado por campesinos del corregimiento Orteguaza, vereda San Antonio de Atenas, en zona rural de Florencia».

En esta misma vía fue hallada incinerada, la camioneta en la cual fue secuestrado el gobernador.

«El cuerpo estaba amordazado y, según las primeras versiones, irreconocible», describió el drotativo.

Reacciones

El profesor Gustavo Moncayo, padre del cabo del Ejército Pablo Emilio Moncayo, secuestrado por las FARC desde hace 12 años, expresó en declaraciones a teleSUR su pesar por la muerte de Cuéllar, aunque manifestó no haber estado enterado de la lamentable noticia.

Además rechazó la orden del Gobierno colombiano de proceder a la liberación de todos los secuestrados de las FARC por la vía de un rescate militar, acción que se tomó luego de conocerse la noticia del secuestro de Cuéllar.

Moncayo señaló que «los familiares siempre nos oponemos a los rescates militares, porque ponen en riesgo la vida de los secuestrados».

«Rechazo toda clase de acciones militares en el proceso de liberación de nuestros seres queridos», añadió Moncayo.

Envió un mensaje a su hijo y demás secuestrados por las FARC, invitándoles a mantener la esperanza de ser liberados.

«Para mi hijo y todos los secuestrados les estoy enviando un mensaje de fortaleza, de esperanza. El mundo entero está pendiente de lo que pase con ustedes, los seguimos esperando, tengan la mayor prudencia necesaria», expresó el llamado Caminante por la Paz.

Aseguró que los familiares de las personas cautivas están haciendo un llamado a nivel internacional, porque «el dolor que estamos sintiendo es demasiado grande, rechazamos estas acciones que ponen en riesgo la integridad».

Exhortó al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, para que «permita que nuestros seres queridos regresen a la libertad, pero no en estas condiciones».

«Escuche el clamor de un padre, escuche el clamor de los secuestrados, queremos la paz», añadió Moncayo.

Por su parte, el ex secuestrado de las FARC Luis Eladio Pérez, también en diálogo telefónico con teleSUR, manifestó su tristeza al recibir la noticia del gobernador de Caquetá y afirmó que el funcionario no recibía la seguridad necesaria después de cinco intentos de secuestro.

Pérez indicó que «no se dio el manejo adecuado al tema, los responsables indudablemente son las FARC», denunció.

Informó que «desafortunadamente no tuve el honor de conocerlo», al tiempo que dijo que había leído sobre su vida que calificó de «dramática», puesto que era la quinta vez que «intentaban un secuestro con él».

Denunció que «no se le estaba brindando la seguridad que una persona con el antecedente del gobernador requería».

Explicó que cuando se enteró de la noticia que «sólo un policía brindaba seguridad» en la puerta de su casa se dio cuenta «que estaba desamparado».

Manifestó que el funcionario del Caquetá estaba sólo en un Departamento «tan difícil en el orden público».

Entretanto, el ex diputado colombiano, Sigifredo López, repudió el asesinato del gobernador del Caquetá, al considerar que «es un acto repudiable».

López reiteró que la violencia en su país sólo puede acabar mediante la solución del conflicto armado, al que además catalogó como un «círculo de sangre».

«Ese círculo de sangre sólo puede parar mediante una solución al conflicto, insto a todos en la sociedad para que se pronuncien ante el hecho».

Además advirtió que este suceso podría afectar al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, a quien acusó de haber tomado la decisión de ordenar el rescate militar de los secuestrados de las FARC «guiado por sus emociones».

El también ex secuestrado de las FARC indicó que los secuestros por este movimiento insurgente «deben ser repudiados por la comunidad internacional».

Para López, este hecho se realiza en una «coyuntura inadecuada», cuando el pueblo colombiano se encuentra a la espera de la liberación de los soldados Pablo Emilio Moncayo y Josue Calvo y la entrega de los restos del Mayor Guevara.