Vientos de tristeza soplan el rostro de quienes recuerdan el vil asesinato de Robert Serra, militante del Partido Socialista Unido de Venezuela, hecho cumplido por encargo o “sicariato” en su residencia de la parroquia La Pastora, al oeste de Caracas, el 1 de octubre de pasado año.

Se trataba del parlamentario más joven en la historia del país, surgió del movimiento estudiantil. Se formó a la vera del camino trazado por Hugo Chávez.

El fascismo, apoyado en el paramilitarismo colombiano infiltrado en Venezuela, pretendió con su asesinato amedrentar a quienes con irreverencia y coraje asumen su papel revolucionario, pero solo consiguieron multiplicar su espíritu en el pueblo.

Robert Serra nació en Maracaibo, estado Zulia, el 16 de enero de 1987, se inició desde los 15 años como líder estudiantil. Superando agresiones y acosos por su militancia política, en la Universidad Católica Andrés Bello, se graduó con postgrado en Criminalística.

En el año 2011 resulta electo diputado a la Asamblea Nacional por el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), en representación de las parroquias 23 de Enero, Catia, Lídice, Altagracia y La pastora.

Entonces, en el hemiciclo del Parlamento, se dejó sentir el clarín de su voz recia y contundente con la fuerza de un torbellino. Hizo de su curul trinchera, para defender a capa y espada la gestión del entonces presidente Hugo Chávez.

Este baluarte del chavismo fue un convencido de la construcción del socialismo mediante acciones radicales, concretas, contundentes, sin acudir al repetido camino de la demagogia y el populismo. Ideal bolivariano presente en quienes estuvieron a su lado, de allí la rabia y el dolor por la insustituible ausencia.

Héroe y mártir

El diputado Saúl Ortega (Psuv-Carabobo), no duda en afirmar que Robert Serra, se caracterizó por tener un gran talento y coraje. “Lamentablemente a la derecha de nuestra sociedad eso les molestaba y truncaron una vida llena de entrega y sacrificio al lado del pueblo”.

En consecuencia, asegura que Serra es considerado un héroe y un mártir de la Revolución Bolivariana; por tanto, considera que la juventud defensora de los ideales de Chávez está obligada a seguir su ejemplo frente a un adversario que jamás se da por vencido.

Mantiene fresco el recuerdo de un “Robert que nunca cedió terreno frente al contendiente, siempre confrontaba, iba de frente buscando las expresiones y las palabras adecuadas para señalar cada situación. Nunca encubrió nada.”

Lo recuerda como una persona que siempre hablaba con la verdad y de allí le venía el valor y la mística de su comportamiento frente a propios y extraños. “En la cámara vimos como sus adversarios lo respetaban por la seriedad, la constancia y el coraje con el que defendía sus ideas.”

Considera que Robert Serra siempre será una escuela a seguir por las nuevas generaciones que aspiran a militar en el parlamento y en el movimiento revolucionario del Psuv.

Se multiplicó en los jóvenes

Para el diputado Ramón Lobo (Psuv/Mérida), la desaparición física de Robert Serra, generó un efecto contrario al que buscaban sus asesinos, apagar su voz, pues ahora se han multiplicado los jóvenes dispuestos a asumir la defensa de la Revolución Bolivariana.

Aún recuerda su verbo encendido y capacidad para transmitir ideas. “No solamente en la juventud, sino también en los adultos y en las personas de edad avanzada. Fue un joven muy valioso que se preparaba, que estudiaba”.

Robert se ha convertido en un ejemplo para las futuras generaciones presentes y a nosotros nos compromete, destacó el parlamentario quien lo califica como un revolucionario ejemplar, recordando cómo siempre estaba cerca de los electores y de su pueblo.

“Con sus hechos demostraba lo que había que hacer para fortalecer el proceso bolivariano revolucionario bolivariano”.

Un compromiso más allá de la vida

Julio Chávez diputado del Psuv por el estado Lara, considera a Serra como uno de los máximos exponentes del pensamiento revolucionario de Hugo Chávez y lo recuerda “siempre diciéndonos que teníamos que invocar las ideas, el discurso, el accionar y la orientación del comandante supremo”.

Era un joven estudioso con una gran combatividad oral, por lo cual, en su opinión, será difícil sustituir su verbo encendido y argumentativo, así como la energía que irradiaba.

A julio Chávez se le hace urgente que las nuevas generaciones sigan el compromiso y el ejemplo de Robert, preparándose para asumir su bandera en defensa de las conquistas más importantes del pueblo venezolano.

Concluye señalando que hoy, sin la presencia física de Robert Serra, Eliezer Otaiza, del comandante Hugo Chávez, así como de tantos y tantas que entregaron su vida a la causa más noble del pueblo venezolano, la militancia revolucionaria tiene un compromiso más allá de la vida, con la defensa de los ideales de todos los mártires que convierten a la Revolución Bolivariana, en un permanente ejemplo de patriotismo, de compromiso, sacrificio y entrega.

AN