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La Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela, fiel a la historia de luchas de los pueblos por la igualdad y la justicia social, rinde homenaje a la memoria viviente del Compañero Presidente Salvador Allende, quien encarnó y aun encarna en nosotros y nosotras, la dignidad y el compromiso inquebrantable por construir una vía original y pacífica, para hacer realidad el socialismo en Nuestra América.
El Gobierno de la Unidad Popular que Allende lideró junto al pueblo de Chile, sigue siendo hoy después de 38 años del Golpe fascista, una referencia del potencial liberador que tienen los pueblos cuando se determinan a unir todas sus fuerzas para forjar su propio destino, asumiendo el rol protagónico en la conducción de los asuntos y los recursos nacionales.
Aquél Gobierno fue un genuino instrumento al servicio de la clase trabajadora, de las amas de casa, de los campesinos, de los mineros, de los más olvidados entre los olvidados. Fue aquella la primera experiencia de ascenso de un gobierno popular y revolucionario, por la vía electoral y pacífica.
Salvo las distancias en tiempo y espacio, es justo afirmar que la Revolución Bolivariana ha seguido los pasos de la Revolución chilena, pues ambos procesos comparten principios ideológicos y programáticos esenciales. Una de las más importantes de las muchas enseñanzas que nos deja esa experiencia histórica, es precisamente que las revoluciones pacíficas tienen que estar preparadas para la defensa de la soberanía frente a las siempre presentes amenazas y agresiones del imperialismo.
No cabe duda que el derrocamiento del Gobierno de Allende, sentó el punto de origen de la contra-revolución del capital a escala mundial. Desde entonces, todas las experiencias alternativas al capitalismo que marchaban en el mundo, se vinieron abajo, con la excepción honrosa de la Revolución Cubana, que confirmaba la regla.
Pero la realidad ha cambiado con el surgimiento de procesos revolucionarios en la región, los cuales representan la única esperanza en defensa de la dignidad de la vida de los seres humanos y de la naturaleza de la que formamos parte.
Es por ello que en el contexto de la crisis planetaria y del régimen del Capital, hoy más que nunca, el desarrollo y consolidación de la revolución que está en marcha por todos los rincones de Nuestra América, constituye la base que hará posible la preservación de la vida en el planeta.
Es vital el papel que jugamos las juventudes como sujetos de transformación y protagonistas de este presente de lucha. La lucha de resistencia en contra de las tantas campañas para anularnos y adormecernos y, al mismo tiempo, la lucha por socavar las bases de reproducción del capitalismo, a través de nuestros aportes decisivos a la construcción de una patria socialista.
La juventud patriótica venezolana, la que con su estudio, creatividad, rebeldía y trabajo hace posible el sueño de una vida digna para todas y todos, la que es beneficiaria y a la vez protagonista de tantos logros de esta Revolución, se siente profundamente orgullosa y comprometida con los cientos de miles de jóvenes chilenos y chilenas que lo están arriesgando todo por un Chile en el que hombres y mujeres caminen libres y felices por las anchas alamedas, tal como esbozó Allende en la última proclama a su pueblo.
Los jóvenes de Chile y el pueblo que se les ha unido en la lucha por una educación pública, gratuita, universal y de calidad, son, aunque muchos de ellos no lo sepan, los hijos e hijas de Allende y de los miles de asesinados, torturados y desaparecidos por los agentes del imperialismo. Es por esto que sentimos en esas movilizaciones del pueblo chileno, el corazón palpitante de Allende, su herencia, sus angustias, sus anhelos como revolucionario. Sentimos en ellos la posibilidad del despertar de una revolución.
Jóvenes de Chile, hijos e hijas de Allende: cuenten ustedes en su lucha diaria y en cada acto de amor por su pueblo, con los millones de brazos y corazones solidarios de los hijos e hijas de Simón Bolívar.
Caracas, República Bolivariana de Venezuela, 11 de septiembre de 2011.