Hablar de Venezuela es hablar de juventud y hablar de la juventud venezolana es hablar de las trabajadoras y los trabajadores de la patria.
Hoy Venezuela atraviesa por un bono demográfico, al encontrarse la mayoría de nuestra población en edad económicamente activa, asimismo, un tercio de nuestra población de acuerdo al censo del INE 2011, posee entre 15 y 30 años, y la edad promedio de nuestro país es de 27 años.
Por otra parte, la tasa de desocupación laboral en nuestro país cerró en diciembre de 2013, en 5,6%, lo que también indica que 94,4%, de nuestra población en edad económicamente activa, está estudiando o trabajando.
Tales planteamientos nos permiten expresar, sin temor a equivocarnos, que hoy en Venezuela la juventud constituye la fuerza motriz del nuevo modelo de desarrollo económico, productivo y sustentable; al ser no solo un segmento más de la población, sino más bien, la gran mayoría de la población venezolana.
Es así como la juventud venezolana del siglo XXI, no solo son los patineteros, raperos, rumberos, deportistas o estudiantes, sino que también son las madres y los padres, que se levantan temprano a construir el porvenir, que se forman cada vez más y mejor para hacer realidad el sueño de Bolívar y Chávez, y de ver a través de nuestros propios ojos la sociedad socialista. Somos desde el presente los arquitectos de nuestros destinos por lo que hoy la juventud trabaja para hacer de nuestra patria un país potencia.