25.Oct.2012 / 06:09 pm / Haga un comentario

Héctor Rodríguez Castro

Hector@psuv.org.ve

@hectorodriguez

Se presentó el presupuesto de la nación, para el año 2013, ante la Asamblea Nacional. El presupuesto, como su palabra lo dice, se basa en estimaciones sobre hechos futuros. Esto quiere decir que el Estado “presupone” que va a tener un ingreso determinado en función del comportamiento histórico de la economía y las proyecciones correspondientes. En nuestro caso, algunos de los factores más determinantes son el precio del petróleo, el tipo de cambio, la inflación, el crecimiento económico y la estimación de lo que se recaudará por concepto de impuestos. A partir de estas estimaciones de ingreso se presenta una distribución del gasto, en función de las prioridades del gobierno. Dicha proyección de ingreso y propuesta de gasto se debe presentar ante el Poder Legislativo como un proyecto de presupuesto y es la Asamblea Nacional la que lo convierte en la ley de presupuesto, es decir autoriza al gobierno y al Estado a gastar el dinero de la forma en que fue aprobada en la Ley de Presupuesto, en función de las proyecciones de ingreso que se consideraron.

El presupuesto presentado por nuestro ministro de Planificación y Finanzas parte de los supuestos de que tendremos una inflación para el 2013 entre 14% y 16%, un crecimiento económico del 6%, un tipo de cambio de 4,30 bolívares por dólar y un barril de petróleo a 55 dólares promedio y representa un monto de 396.406 millones de bolívares, lo cual significa un crecimiento del 33,1% con respecto al presupuesto presentado para el año 2012.

Como es costumbre, desde la llegada del Gobierno Bolivariano, el mayor peso del presupuesto se ve reflejado en la inversión social, es decir, en educación, salud, cultura, deporte, seguridad social y vivienda, entre otros. Esta tendencia evidencia absoluta coherencia con el planteamiento de la construcción del socialismo, que simplificándolo consiste en poner al ser humano como elemento fundamental de la acción política. Es importante comparar con lo que en Venezuela significó, desde el punto de vista presupuestario, la implementación de las políticas neoliberales recomendadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en la década de los años noventa, y hoy en Europa, donde difícilmente veríamos reflejado en las leyes de presupuesto la atención a los problemas cotidianos de los ciudadanos. En la Venezuela de aquel entonces, la educación pública y gratuita estaba desapareciendo, las universidades iban rumbo a la privatización, el sistema primario de salud no existía, las pensiones eran menores al salario mínimo y no todos disfrutaban de las mismas. En contraste, hoy vemos una Misión Vivienda, que todos los días garantiza un habitad digno a nuevas familias, vemos todas las semanas nuevos listados de pensionados, vemos un sistema de salud y de educación que se fortalece.

Mantener esta línea de trabajo representa grandes retos para nuestra sociedad, ya que demandará cada día mayores niveles de inversión, y para aplicar las políticas sociales debemos revisar nuestra política tributaria, que sigue encontrándose entre las que más bajos impuestos cobra a los sectores que más ganan en la sociedad. Debemos dejar de ser monoproductores y lograr que sectores como el turismo, la agricultura, la pesca y el sector industrial sigan creciendo y equilibren el ingreso nacional. Finalmente, debemos administrar los recursos públicos cada vez con mayor transparencia y eficiencia. Esos son algunos de los retos que tenemos por delante para lograr darle viabilidad económica y política a la construcción de una sociedad cada vez más justa en igualitaria.

 

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