En esta nueva coyuntura electoral caracterizada por una intensa guerra económica que ha sido impulsada por el imperialismo estadounidense junto a la burguesía parásita venezolana, la juventud venezolana asume varios retos. El primero es levantar la moral de las bases populares del PSUV, que sin duda se encuentra aún fracturada por la pérdida física de nuestro comandante supremo Hugo Chávez; el segundo, ser un factor de unidad popular de las fuerzas revolucionarias y de los sectores sociales; sabiamente alertó nuestro Comandante Supremo que no faltarán los que intenten dividirnos, es por ello que debemos desprendernos de nuestros intereses personales y hacer comprender a nuestros camaradas que si la lucha se dispersa, como decía Alí Primera, no habrá Victoria Popular en el combate.
En tercer lugar, ante esta guerra económica y psicológica, debemos configurar la organización popular juvenil denunciando la corrupción y la agresión al pueblo a través de la especulación, el acaparamiento, el boicot y demás conductas que atentan contra la soberanía alimentaria y con las que pretenden negarle el acceso a los alimentos al pueblo, aplicando un formato similar al implementado en Chile con el objetivo de derrocar a Allende.
Ante tales circunstancias, desde la Juventud del PSUV, nos planteamos dos acciones de gran importancia, primero la Jornada del Día de Salario por la Revolución, mediante la cual promovemos que las y los jóvenes que somos pocos más de 2 millones de inscritos en el PSUV, demos cumplimiento a nuestro deber militante contemplado en el ordinal 3ero del artículo 9, de nuestros estatutos, de cotizar a la organización.
Hemos logrado cultivar la cultura militante en la vanguardia revolucionaria, pero debemos expandir el compromiso hacia las masas, entendiendo, en el mundo capitalista de hoy, que las finanzas forman parte de los cimientos de un Partido, y que el aporte mínimo pero constante de todos, nos pudiese permitir alcanzar niveles de organización que nos parecieran actualmente impensables.
Por otra parte, debemos demostrarle a la burguesía corrupta y al mundo entero, cómo se financia verdaderamente un partido político consustanciado con el pueblo, a través del aporte de su militancia, en atención al artículo 69 de nuestra Magna Carta, a nuestros estatutos y al legado de nuestro Comandante Supremo. Mientras que los de la oposición hacen campaña a costa de los recursos destinados al pago de los sueldos de los trabajadores de la gobernación de Miranda, o a través de cuantiosas erogaciones de dinero otorgadas a través de las famosas ONGs, o extorsionando empresarios como lo hizo el papá de Capriles o el diputado Juan Carlos Caldera.
La segunda acción, está vinculada a la organización popular y los jóvenes por UBCH, tomando en cuenta que debemos realizar entre el 8 y 9 de noviembre, la maniobra de movilización, que nos permitirá aceitar la maquinaria para la batalla electoral del 8 de diciembre, día que ha sido decretado por el Presidente de la república Nicolás Maduro, Día del Amor y Lealtad, para la que debemos garantizar la victoria popular en cantidad de alcaldías y en cantidad de votos.
La juventud, tiene el deber inexorable de hacer acto de presencia en cada centro de votación, e incorporarnos en nuestras 13.683 UBCH, desplegados en nuestro espacio territorial en cuatro (4) ejes de trabajo: captación, formación, organización y movilización.
No olvidemos que esta juventud ha sido declarada por el comandante Chávez como la mejor que ha pasado por estas tierras en 500 años, y no podemos vacilar en nuestras tareas, Unidad, Lucha Batalla y Victoria.
Por Ricardo Moreno