Echar una mirada al recorrido que ha realizado la Universidad Bolivariana de Venezuela, la «Bolivariana» como comúnmente se conoce, es un sueño hecho realidad que llena de gran orgullo, ya que desde su inicio en el año 2003 se erige como una gran y verdadera alternativa del modelo de educación universitaria tradicional, sorprendiendo hoy por hoy a quienes no creyeron en este gran proyecto acádemico, demostrando que «los del barrio» si pueden aprender y ser profesionales de nuestro país; fue rompiendo entonces con los paradigmas instrumentalistas de la educación, de esa cultura creada al servicio mercantilista y no humanista, enmarcándose en una visión transformadora, que en la actualidad cumple 11 años de historia.
Un proyecto educativo pensado para dar espacios a miles de venezolanos y venezolanas de todas las edades, sin distingos sociales o políticos, que no habían podido continuar estudios universitarios debido a los perversos mecanismos de admisión de las universidades nacionales y privadas del país. «Esta Universidad nace para abrir las puertas a los excluidos de siempre pero no nace para ser excluyente ella misma» Hugo Chávez. De esta forma con la intención de dar respuesta desde el Estado venezolano a la formación de profesionales al servicio de las transformaciones que se venían y se están dando en nuestro país, el Comandante Eterno orientó con esa visión y claridad estrátegica desde el inicio a esta Casa de los Saberes con sentido a una inclusión plena, contrarestando mecanismos, formas y visiones excluyentes que han imperado sobre todo en las Universidades tradicionales del país, para de esta forma acabar un proceso acumulativo de deuda social y sobre todo para desmontar con creatividad e inteligencia una manera fingida e incapaz de formación académica con respuestas necesarias al país.
Para la formación integral, no sólo de competencia sino de pertinencia social, apuntando a la sociabilización del saber popular, en base a la solidaridad, el respeto y compromiso con un compartir diario lleno de aprendizajes, sin límites… así ha marchado el crecimiento de esta Universidad, lo demuestran los 288.746 egresados en las 10 sedes Universitarias a nivel nacional. De las primeras tareas, con la fundación de los programas de formación de grado (PFG), así arrancó, por ejemplo: gestión ambiental, gestión social, conocimientos que vienen a derribar viejos conceptos que atentaron contra la inovación, derribando la barrera del claustro universitario, pues sería un conocimiento incompleto no acabar con lo que siempre han intentado delímitar una separación entre las universidades y las comunidades.
Un problema de exclusión resuelto, sigue en pie el proceso de fortalecimiento de la organización, no solo en sentido institucional sino en lo estudiantil, gran reto que aún está pendiente, que aún es una deuda que se tiene para avanzar en la conformación de un músculo estudiantil comprometido con la casa de estudios, con la sociedad y el país; grandes avances reflejados en el mes de junio del presente año, durante el Congreso Estudiantil para la conformación de los Consejos Populares Estudiantiles, en aras de la unificación de los diversos grupos progresistas, revolucionarios y bolivarianos que hacen vida en estas instituciones educativas del país, para así, de manera consolidada, en un solo cuerpo, luchar por la verdadera reivindicación estudiantil y una autentica autonomía universitaria, grandes retos por cumplir, por lo que se debe comprender y asumir el destino junto a las exigencias de esta nueva hora en el país, ya que nunca faltarán quienes intenten destruir las bases sólidas de los grandes logros educativos en nuestra patria.
¡Que viva la UBV!
11 años transformando la Educación Universitaria
Año de la Juventud Venezolana