Estudiantiles
ABN / YVKE Mundial.- La matrícula de ingreso a las instituciones de educación superior, política que debe estar regida por el Estado, de acuerdo con lo contemplado en la propuesta de la nueva Ley Orgánica de Educación, no incidirá en la calidad académica, destacó este miércoles el director general de Ingreso y Desempeño Estudiantil del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior (MES), Bernardo Ancidey.
Tal señalamiento corresponde a que los medios de comunicación privados han reseñado recientemente que la masificación de la educación, a través de esta medida, generará que la calidad educativa disminuya.
«No hay contradicción entre la masificación y la calidad, prueba de ello es que si revisamos los indicadores internacionales, los países que tienen mayor avance desde el punto cualitativo de la educación presentan altísimas tasas de cobertura de matrícula en educación superior por parte del Estado», declaró a la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
Asimismo, señaló que la calidad no se determina como una visión meramente mercantil y empresarial, como lo establece la educación capitalista. La calidad debe estar basada en la pertinencia social del profesional, es decir, que existirá una educación de calidad a medida que las instituciones de educación superior atiendan los problemas del país.
Al respecto, reiteró: «La calidad en las mejores universidades del mundo no se basa en la elección de los estudiantes sino en el aporte que determinada universidad ofrezca a su país».
De igual manera, Ancidey refirió que decenas de miles de profesionales que están actualmente incorporados al campo de trabajo cumplieron con un proceso de formación exitoso en programas de estudio en los que no tuvieron que pasar por un proceso de selección.
«Con esta propuesta el Gobierno busca incluir en la educación a aquellos sectores que han sido excluidos históricamente, por ejemplo, las población más pobres, las personas con discapacidad, indígenas y los privados de libertad que también tienen derecho a recibir formación para el proceso de reinserción social», añadió.
Indicó que esta propuesta obedece a que las pruebas internas de ingreso que las universidades han aplicado históricamente están basadas en condiciones reduccionistas de la inteligencia pues, a su juicio, dichas evaluaciones miden el grado de adecuación a un currículo que el estudiante jamás ha visto.
«Por medio de estas evaluaciones los estudiantes son evaluados con un contenido que no han visto durante su proceso de formación previo, sino que son medidos por el grado de adecuación de su cultura comparada con la cultura de aquellos que realizan las pruebas», expresó.