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5.Ene.2011 / 04:00 pm / Haga un comentario

Nosotros, los delegados al XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, provenientes de 126 países y alcanzando la cifra de más de 15000 delegados, nos reunimos bajo la consigna  «Por un mundo de paz, solidaridad y transformaciones sociales, derrotemos al imperialismo» en la majestuosa, dinámica y vibrante tierra de Sudáfrica.

Es aquí donde hemos luchado unidos durante décadas en todas las esferas de la vida para derrotar la tiranía del régimen del Apartheid impulsada para aumentar el dominio del imperialismo sobre este pueblo.  Luchamos con el pueblo de Sudáfrica y hoy nos encontramos aquí para continuar nuestra lucha contra todas las injusticias y discriminaciones.
Nos reunimos en Sudáfrica en la víspera del Centenario del Movimiento de Liberación del Congreso Nacional Africano (ANC por sus siglas en ingles), a celebrarse en 2012.  Esto lo hacemos con la intención de realizar un balance con los compañeros para conocer cuánto han podido avanzar en la construcción de una sociedad no racial, no sexista, democrática y próspera, luchando con cada fibra de su ser para derrotar al imperialismo en todas sus formas.  Hemos venido a celebrar el festival en Sudáfrica, conscientes del magnífico papel desempeñado por su movimiento para llevar la democracia a este país, y conscientes de que la Liga Juvenil del ANC estuvo entre los miembros fundadores del movimiento de los Festivales y fue el primer presidente africano de la Federación Mundial de Juventudes Democráticas (FMJD por sus siglas en ingles). Nos encontramos aquí para rendir homenaje a la contribución de Andile Yawa y de todos los veteranos de los festivales anteriores por proporcionarnos las herramientas para desarrollar la solidaridad, la hermandad y el cambio mediante el movimiento de los festivales. Dedicamos este festival a la lucha y al legado de dos héroes que han hecho posible que podamos hablar de la Solidaridad y la Paz Mundial: el Comandante en Jefe Fidel Castro y Madiba Nelson Mandela. Les damos las gracias por su incansable espíritu.

Después de haber comenzado en Praga, hace 63 años, el movimiento de los Festivales, destacamos el importante papel desempeñado por el campo socialista en apoyo a este importante evento de la juventud antiimperialista. La propia ubicación del Festival es una declaración de solidaridad con la lucha de su pueblo. El Festival es una expresión de la lucha contra el imperialismo y la explotación del hombre por el hombre. Se debe resaltar la importancia de la contribución de Cuba socialista, no sólo porque ya ha sido sede en dos ocasiones del festival, sino también porque al realizarlo en 1997, ayudó al movimiento de los Festivales a retomar su cauce a pesar de las dificultades que existían en el decenio de 1990 en el movimiento de la clase trabajadora y el movimiento antiimperialista internacional. Felicitamos a la FMJD en su 65 aniversario por su contribución a la lucha por la paz, la justicia y el movimiento de los Festivales, en este año en que se celebra también los 65 años de la victoria de los pueblos sobre el Nazi fascismo.

A medida que el movimiento antiimperialista de la juventud y de los pueblos desarrollaba su lucha, el imperialismo también buscó la forma de consolidar sus fuerzas y fortalecer sus estructuras.  Hacen uso de todos los mecanismos a su alcance, como la OTAN, la UE, el AFRICOM, el FMI, el BM, la OMC y todas las formas de intervención posibles, tales como bloqueos, sanciones, embargos, conflictos, intervenciones militares, guerras y ocupaciones contra los estados soberanos y movimientos progresistas. El nuevo concepto estratégico «OTAN 2020», que fue decidido en Lisboa a comienzos del presente año, incorpora todos los cambios realizados en sus estructuras de años anteriores (12 nuevos estados miembros, uso del concepto de «Asociación para la Paz» en sus planes), cambia la posición de la OTAN en relación con fuerzas que antes estaban en confrontación con los imperialistas en el pasado como por ejemplo Rusia, con su firma de acuerdos con ellos; fortalecimiento de la cooperación con la Unión Europea, lo que demuestra que la UE es un organismo imperialista para la creación y entrenamiento de cuerpos militares, que actúan contra el «extremismo» dentro y fuera de las fronteras de los países miembros, dirigiéndose en primer lugar contra todos los que luchan  a favor de los derechos de los pueblos y los jóvenes, contra el imperialismo. Bajo estas circunstancias, se intensifica el ataque contra las fuerzas antiimperialistas, teniendo su expresión máxima en las medidas anticomunistas.

La crisis del sistema capitalista es inherente al fortalecimiento de sus contradicciones internas, revelando su incapacidad histórica para lograr el progreso de la humanidad. Esta crisis ofrece nuevas bases para fuerzas imperialistas que están surgiendo, que en el pasado se han enfrentado o han sido aliadas de los EE.UU. y la Unión Europea, utilizando los diferentes momentos en las manifestaciones de la crisis para aumentar su influencia en la pirámide imperialista, y tratar de apropiarse de una mayor parte en la lucha capitalista por los mercados y la explotación. No es el resultado de los modelos de administración de la economía o de la corrupción del sistema; sino que se expresa ahora en todo el mundo capitalista, en los países con gobiernos neoliberales y socialdemócratas. Nos encontramos en una fase de profundización de la crisis, donde la recuperación en los próximos años será minúscula: todos los días los derechos de la juventud continuaran siendo atacados a los niveles social, económico y cultural. Esto demuestra los límites históricos y el fracaso del sistema capitalista para responder a las necesidades y aspiraciones de los pueblos, y destaca la necesidad de crear una sociedad y un modelo de desarrollo que se esfuerce por cumplir las necesidades y derechos de los jóvenes y pueblos en general.

Los derechos humanos y las libertades de las nuevas generaciones de jóvenes se violan categóricamente en cada rincón del planeta. La “globalización capitalista”, el sistema de explotación y el control de las personas y los recursos, está empujando masas de jóvenes a los márgenes de la sociedad. Ellos son las primeras víctimas de desigualdades sociales a todos los niveles. Los 212 millones de desempleados, en un mundo donde una ocupación precaria y temporal es la regla, son pruebas de esto. Solo entre 2007 y 2009 aumentó en 34 millones. Debido a la crisis económica se perdieron más empleos, condenando a más personas a la miseria y la pobreza. Luchamos contra la eliminación de los derechos laborales de la mayoría, especialmente los derechos de los jóvenes trabajadores que sufren más los efectos del desempleo. Una generación de jóvenes se ve transformada en una generación sin derechos.

Destacamos el papel de las jóvenes mujeres en la lucha por su emancipación como parte de la lucha general contra el imperialismo. Las mujeres, que son atacadas con más fuerza por las políticas imperialistas, merecen nuestra agradecimiento y apoyo total para poner fin a todos los abusos y discriminaciones existentes en nuestro mundo como parte de nuestra lucha para derrotar al imperialismo.

Las “deudas externas y los déficits” que se han convertido en una realidad para muchos países son el resultado de las políticas seguidas por las fuerzas capitalistas en todos los países, independientemente de su posición en la correlación de fuerzas. Estos reflejan el desarrollo desigual y la división del trabajo en el sistema capitalista y son utilizados de tal forma que la clase dominante, tanto en los países prestamistas como en los prestatarios, se haga más fuerte mientras que el pueblo carga sobre sus espaldas el peso de la crisis. En el sistema imperialista internacional no hay lugar para las relaciones de igualdad y respeto mutuo entre los estados y pueblos. Esta es otra prueba de la necesidad de una transformación social y revolucionaria para este sistema que solo sostiene inequidad y miseria.

La explotación imperialista de los recursos naturales del planeta con fines de lucros y de forma desenfrenada sigue la lógica de la destrucción y es la principal amenaza al medio ambiente y al futuro del planeta. El tema ambiental está alcanzando una dimensión alarmante debido a la producción de organismos genéticamente modificados, que ponen en peligro el futuro de la humanidad. El agua del planeta está siendo cada vez más un objetivo de la naturaleza explotadora del capitalismo y se está usando como un arma política y estratégica del imperialismo. La estrategia imperialista es responsabilizar a las personas con los problemas del medio ambiente, individualizando las soluciones que se presentan con el objetivo de aumentar aun más las ganancias de las grandes compañías por medio de los llamados “productos verdes”.

La política armamentista del imperialismo produce crisis tales como: refugiados, millones de personas que son obligadas a abandonar sus hogares, tierras, empleos y familias. Condenamos enérgicamente las políticas económicas, las intervenciones y las ocupaciones imperialistas que han causado millones de inmigrantes y apoyamos la lucha en defensa de los derechos laborales, educacionales y de servicios sociales de los inmigrantes. Ningún ser humano puede estar ilegal.

Las políticas imperialistas atentan contra el desarrollo pleno de la educación y de los jóvenes, privándolos del acceso a una educación gratuita y de calidad, es decir una escuela de libertad y compromiso con la paz. Defendemos y luchamos por la educación como un bien público y social, un derecho humano universal cuya gratuidad tiene que ser garantizada por el estado. Rechazamos los intentos de privatización a los que se han sometido  muchas instituciones públicas de diferentes niveles. Exigimos la retirada de la educación de los acuerdos de la OMC – la educación no es mercancía!

El incremento del uso de las drogas en los jóvenes es un fenómeno peligroso que prueba la decadencia del sistema capitalista. Millones de jóvenes viven con SIDA, principalmente en África y Asia. Las grandes compañías farmacéuticas monopolizan la producción y distribución de los medicamentos necesarios y se benefician de las pandemias en lugar de proveer los medios para el tratamiento. Se cometen abusos con los niños y son obligados a participar en operaciones militares, a prostituirse y traficar drogas; el número de niños que viven en las calles está en aumento.

A pesar de este delito, las fuerzas progresistas y amantes de la paz han estado resistiendo, conquistando victorias importantes y cada vez más fuertes. La lucha por la paz ha sido muy importante a lo largo de los años y con estas acciones recientes, intentamos elevar la conciencia de las masas de jóvenes y hacer énfasis en la lucha contra el enemigo de la paz, el imperialismo. La lucha a nivel nacional juega un papel central en la lucha contra las medidas específicas que afectan a la juventud. Destacamos la importancia de las conquistas logradas por las luchas de los estudiantes, obreros, campesinos, indígenas y los movimientos de mujeres en tiempos como estos. Destacamos la importancia de varias victorias electorales y otros resultados positivos de los partidos y coaliciones progresistas.

África, muchos años después de haber alcanzado su independencia política, aún continua siendo un espacio de juegos de poder político y económico para los Estados Unidos y sus aliados. El VIH/SIDA sigue siendo un reto que amenaza la vida y que amenaza con acabar con la raza africana, así como la Malaria y otras enfermedades fabricadas por el imperialismo. Cada tres segundos muere un niño de SIDA y en extrema pobreza. Condenamos las injustas sanciones en contra de Eritrea y llamamos a la resolución bilateral del conflicto con Etiopia sin ninguna intervención externa. El incremento de la presencia de los Estados Unidos en África a través de AFRICOM, usada como su proyecto militar expansionista en África, ha permitido a los Estados Unidos someter a los países africanos a serias amenazas militares. Denunciamos el establecimiento de bases militares en nombre de AFRICOM y exigimos a Botswana que las retire inmediatamente ya que constituyen una amenaza a la seguridad de los países de la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC por sus siglas en ingles), y apoyamos la lucha de este pueblo para conquistar la democracia. Condenamos la fundación deliberada de sociedades civiles y partidos de oposición en África por el Occidente que ocasiona cambios en el régimen bajo el disfraz de acciones de desarrollo. Condenamos además al Tribunal Penal Internacional (ICC por sus siglas en ingles) por el aparente ataque violento hacia líderes africanos, así como por todas las campañas mediáticas promovidas por el imperialismo para desestabilizar la región. Nos solidarizamos con la juventud y pueblo de Suazilandia y exigimos la liberación de todos los prisioneros políticos. Condenamos enérgicamente la continua ocupación militar del Sahara Occidental por el reino de Marruecos y exigimos el respeto al derecho del pueblo saharaui a la auto-determinación y a la independencia. El gobierno marroquí debe poner inmediatamente fin al bloqueo de los territorios ocupados del Sahara Occidental y permitir la entrada en el territorio a los observadores internacionales y medios de comunicación independientes. Denunciamos y condenamos todas las formas de violaciones de derechos humanos, incluidas las persecuciones, detenciones arbitrarias, desapariciones y juicios irregulares, etc., cometidos por las autoridades marroquíes contra los civiles saharauis; y exigimos la liberación de todos los presos políticos y que se destruya el muro que divide el territorio. Hacemos una llamada de atención para el levantamiento inmediato de las sanciones económicas en Zimbabwe que han continuado causando dolor y sufrimiento a este pueblo y que son además un catalizador del cambio de agenda del régimen en Zimbabwe. Nos solidarizamos con el enfoque revolucionario en África, e instamos a mantenernos firmes contra las tendencias imperialistas. Damos la bienvenida a la segunda fase de la lucha del pueblo africano, la lucha por la independencia económica a través de la indigenización, nacionalización o cualquier otra forma de empoderamiento de sus pueblos. Felicitamos al pueblo Angolano por el proceso de reconstrucción que se está implementando en el país. Nos solidarizamos con los países de África Occidental inmersos en crisis,  golpes de estado e inestabilidad política causados por la infiltración imperialista, y hacemos un llamado a una solución urgente y al mantenimiento de la estabilidad política. Llamamos a que se detengan las violaciones de los derechos humanos en Sudan, particularmente en Darfur, y hacemos un llamado a la paz en ese país, y a favor de la libertad de las organizaciones de trabajadores. A pesar de eso, condenamos cualquier tipo de intervención imperialista en contra de Sudan.  La crisis en Costa de Marfil, Níger y Guinea, como los problemas en Nigeria son instructivos en la evaluación del panorama político actual en África Occidental. Condenamos además la participación de los aliados imperialistas en los asesinatos de jefes de Estado de Burkina Faso, entre otros. Además, las presiones de Europa y los EE.UU. han obligado a la firma de contratos que saquean los recursos minerales (como pasa también en el Sahara Occidental por la UE), lo que ha arruinado y empobrecido a la mayoría de los países. De esta manera se le ha negado a estas naciones la capacidad de inversión local y ha provocado una juventud fugitiva en busca de mejores condiciones de vida, que ha resultado en la pérdida masiva de vidas humanas debido a la emigración.

La región de Asia-Pacífico se ha mantenido como una de las áreas más explosivas en el mundo, un trampolín de provocación militar y conflictos armados, así como de acumulación de armas e interferencia que tienen seriamente amenazada la paz y la seguridad en Asia y en el mundo en general. El presente desarrollo en esta región ha demostrado que los EE.UU. y la OTAN tienen más estrategias imperialistas para la región Asia-Pacífico. Esto tiene como objetivo establecer nuevos grupos políticos militares con miras a extender las esferas de las actividades militares que cubran toda el área de Asia y el Pacífico. La creciente presencia militar de los EE.UU. en el Océano Índico y el Pacífico, la alianza estratégica de Estados Unidos e Israel, y la creciente cooperación militar con regímenes reaccionarios en el Golfo representan una seria amenaza para la paz, la estabilidad y la seguridad en la región. En el sur de Asia, la intervención imperialista se ha profundizado, en particular debido a la intervención de los EE.UU. en Afganistán y Paquistán. La estrategia de los llamados Af-Pak de los EE.UU. para defender sus intereses totalmente egoístas sólo ha dado lugar a graves situaciones de inestabilidad política en la región, por no mencionar los brutales asesinatos y la pérdida de vidas y bienes a los que se enfrentan los pueblos del sur de Asia debido a la flagrante agresión del imperialismo estadounidense. Expresamos nuestro apoyo al pueblo y juventud de Irán en su lucha contra el régimen represivo, anticomunista y no democrático, que debe ser resuelto por su pueblo sin ninguna intervención imperialista, algo que para nosotros es inaceptable. Denunciamos la enorme presencia militar de los EE.UU. en la península de Corea y exigimos que el Acuerdo de Armisticio de 1953 sea sustituido por un acuerdo de paz global. Hacemos un llamamiento a los jóvenes del mundo a unirse a la campaña de solidaridad internacional en apoyo a los jóvenes coreanos en su justa causa por la reunificación nacional bajo la bandera de la Declaración Conjunta Norte-Sur de 15 de junio, y para la construcción de un próspero y poderoso país socialista. Condenamos el despliegue de tropas estadounidenses en las Filipinas y su papel  en el combate contra las fuerzas revolucionarias nacionales. Mantenemos nuestra solidaridad con la lucha de los jóvenes de Bangladesh. Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo y los jóvenes de Nepal en su lucha por una nueva republica democrática federal. Exigimos el regreso, con respeto y dignidad, de todos los refugiados de Bután a su país. Apoyamos la lucha del pueblo birmano para la restauración de la democracia y la liberación de todos los presos políticos y acogemos con beneplácito la liberación de Aung San Suu Kyi. Expresamos nuestro apoyo a la lucha de los movimientos progresistas de Sri Lanka por la unidad nacional. Saludamos al pueblo y juventud vietnamitas en su lucha por la independencia nacional y el socialismo y por la celebración del 65º aniversario del nacimiento de la República Democrática de Vietnam (ahora Republica Socialista de Vietnam), además expresamos nuestra solidaridad con las víctimas vietnamitas, en su lucha por la justicia, por el uso por EE.UU. del  Agente Naranja y la Dioxina.

En América Latina y el Caribe las fuerzas progresistas han dado importantes pasos en la lucha contra los intereses del imperialismo y sus políticas de libre comercio. Estos avances se expresan en los mecanismos de integración en la región, como el ALBA-TCP, UNASUR y MERCOSUR y la futura creación de la Comunidad de los Estados de América Latina y el Caribe. Nuestro objetivo es una distribución igualitaria de los recursos del continente con medidas fiscales sobre los grandes monopolios que nos permitan recuperarnos de más de 500 años de explotación y subdesarrollo. Denunciamos las políticas intervencionistas del imperialismo estadounidense, en especial la instalación de bases y misiones militares en la región, como ocurre en Panamá, Colombia y Haití y la reactivación de la cuarta flota, cuyo objetivo es reforzar la ofensiva contra la Revolución Ciudadana de Ecuador, la Revolución Plurinacional de Bolivia, la Revolución Sandinista de Nicaragua y, en particular, la Revolución Bolivariana en Venezuela, ya que estos representan una alternativa histórica y revolucionaria para el sistema capitalista. Denunciamos además otros mecanismos de injerencia como el terrorismo y el tráfico de drogas ya que tienen un impacto directo en pueblos como el de México. Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo colombiano que está siendo víctima constante de asesinatos políticos impuestos por el imperialismo, expresamos además nuestro rechazo al uso del canal de Panamá para el intervencionismo geoestratégico, con el tránsito de armamento bélico y nuclear. Apoyamos al pueblo de Puerto Rico en su lucha por la plena auto-determinación y expresamos nuestra solidaridad con la precaria situación de Haití, víctima del colonialismo. Condenamos enérgicamente los golpes de estado ocurridos en Honduras y Ecuador, dirigidos a desestabilizar los procesos progresistas de la región y reconocemos el papel desempeñado por lo miembros de la WFDY en ambos países resistiendo y luchando. Exigimos justicia por el asesinato del compañero Edwin Pérez, Secretario General de la Juventud Comunista de Ecuador, y condenamos la injusta persecución a la que ha estado sometido el pueblo Mapuche en Chile. Expresamos nuestra solidaridad con la lucha de los jóvenes del Caribe. Expresamos nuestra solidaridad con la lucha de los pueblos indígenas por su plena autodeterminación. Conocemos que los jóvenes de Canadá y los Estados Unidos mantienen amistad con los pueblos del mundo, no apoyan la guerra y al imperialismo que sus gobiernos promueven. Condenamos el injusto bloqueo económico, financiero y comercial impuesto contra el pueblo cubano por más de 50 años en clara violación del derecho internacional. Asimismo, exigimos la liberación inmediata de los 5 Cubanos presos injustamente en  cárceles estadounidenses por más de doce años.

Los últimos años han ratificado a la Unión Europea como una herramienta imperialista que apoya y promueve medidas para la explotación de los pueblos y la juventud, interviniendo dentro y fuera de los estados miembros, muchas veces bajo la supuesta defensa de los “derechos humanos” que ellos mismo no respetan. Las recientes “medidas de austeridad” que los gobiernos nacionales han acordado implementar, de acuerdo con la UE, bajo el pretexto de la crisis capitalista, demandan sacrificios por parte de los trabajadores, mientras los monopolios (bancos y grandes corporaciones) están recibiendo miles de millones para asegurar sus ganancias, así como las medidas impuestas por los gobiernos son pruebas de nuestro análisis. No obstante, la resistencia de los pueblos ha tenido importantes expresiones en Gran Bretaña, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Portugal y España, donde los jóvenes trabajadores han desempeñado un importante papel. En la educación, ha habido una tendencia general de imponer barreras de clase y privatizaciones por toda Europa, cuya expresión más notoria ha sido el llamado “Proceso de Bolonia” y su implementación en cada país. También han tenido lugar importantes luchas en la educación superior y secundaria en la mayoría de países, para resistir la ofensiva general contra el derecho a la educación. Junto con el ataque a nivel social, el ataque contra los derechos democráticos en general, y el anticomunismo en particular, han aumentando rápidamente con una persecución cada vez mayor de los partidos comunistas y las organizaciones juveniles en muchos países europeos, con particular expresión en Europa del este con casos como los ocurridos en la Republica Checa, Hungría, Polonia, Latvia, Lituania y Estonia, donde los partidos comunistas han sido prohibidos (o han intentado prohibirlos) debido al incremento y promoción de la influencia de fuerzas neo-fascistas. Como antecedente a la crisis, las medidas xenófobas guiadas bajo la doctrina de la “fortaleza europea”, de la UE han promovido la persecución de inmigrantes como justificación a los problemas sociales que surgen de las políticas de los gobiernos nacionales orientadas únicamente a la obtención de ganancias, en un proceso con grandes implicaciones en países como Francia, Alemania e Italia. Estamos en contra del cambio de fronteras en los Balcanes, con la llamada “independencia” de Kosovo, que se convirtió en una gran base militar de la OTAN y los EEUU. Expresamos también nuestra solidaridad con el pueblo y la juventud de Chipre, y la greco y turco-chipriota contra la ocupación turca. Destacamos los grandes esfuerzos realizados desde la elección de Dimitris Christophias como presidente de la Republica, y nuestro compromiso con una federación bicomunal, bizonal, con una sola ciudadanía, una sola identidad internacional y una sola soberanía como solución justa para terminar la ocupación.

Expresamos nuestra solidaridad con los estudiantes y jóvenes de Palestina, Iraq y los países Árabes y apoyamos la persistencia de Palestina en la resistencia contra la opresión y bloqueo. Denunciamos las prácticas racistas e inhumanas del Israel sionista, con sus políticas de asesinato, expulsión y asentamientos en Palestina, particularmente en Jerusalén, y en otros territorios árabes ocupados. Exigimos además el fin de la ocupación israelí, la eliminación de los asentamientos y el muro del apartheid y apoyamos el establecimiento de un estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su capital de conformidad con las resoluciones de la ONU, solicitando a las Naciones Unidas y a las naciones del mundo que reconozcan inmediatamente el estado palestino. Denunciamos la guerra y bloqueo contra Gaza, y exigimos su levantamiento y así como que los criminales de guerra sionistas sean perseguidos. Solicitamos además que se ponga nuevamente en vigor la resolución de las Naciones Unidas que iguala el sionismo con el racismo. Hacemos un llamado por la liberación inmediata de todos los prisioneros palestinos y árabes detenidos en cárceles israelíes y estadounidense. Denunciamos la ocupación de Iraq y apoyamos el derecho del pueblo iraquí a la resistencia y exigimos la inmediata retirada de todas las fuerzas de ocupación. Apoyamos la soberanía, seguridad, estabilidad y unidad de Iraq. Denunciamos el terrorismo en todas sus formas, así como las operaciones militares secretas de los EE.UU. en la región. Expresamos nuestra solidaridad con Siria en contra de la ocupación de las alturas sirias y denunciamos la “Ley de Responsabilidad de Siria” aprobada por el Congreso de los Estados Unidos. Apoyamos las luchas de la juventud libanesa por completar la liberación de Sheba y Kfarshoba de la ocupación israelí y denunciamos la guerra israelí de 2006 que ocasiono 1300 víctimas. Denunciamos las injerencias  extranjeras en los asuntos internos del Líbano. Apoyamos el dialogo nacional en Yemen y destacamos la seguridad y unidad de Yemen. Exigimos la retirada de España de Cebta y Mellilla.  Apoyamos la juventud de Egipto y de los estados del Golfo en su lucha por poner en práctica los derechos democráticos, los principios de justicia e igualdad y expresamos nuestra solidaridad en contra de las leyes represivas y a favor de los derechos laborales. Solicitamos que se resuelvan las causas de inmigración desde África hacia Europa a través de los países del norte de África. Apoyamos las luchas de la juventud Árabe por la integración económica y exigimos que se destruya todo el arsenal nuclear israelí.

El XVII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes se celebra durante el Año Internacional de la Juventud de las Naciones Unidas. Como ocurrió en 1985, una vez más el FMJE es, hasta el momento, el mayor evento juvenil de este ano. Y más importante aun, el FMJE es la actividad más importante, porque aborda con más claridad los problemas reales de la juventud. A diferencia de muchas otras actividades y el marco actual del Año de la Juventud de las Naciones Unidas, en este Festival, la juventud del mundo encuentra el mayor escenario para denunciar los problemas y las ofensas que sufren a causa del imperialismo y sus agentes.

Nosotros, la juventud y los estudiantes del mundo, nos reunimos en este Festival histórico, alzamos nuestras voces contra todos los males generados por el imperialismo que atraviesa su mayor crisis global. El orden mundial imperialista está llevando a la humanidad al borde de una confrontación mundial, con el siempre presente peligro de una guerra nuclear, mediante su política hegemónica que determinará el presente y el futuro de la humanidad.

Es momento de continuar la lucha por el desarrollo juvenil y por nuestros valores económicos, sociales y culturales, y no aquellos de un sistema decadente que tratan de imponernos. Construiremos un futuro de justicia, igualdad, paz, esperanza y alegría para la humanidad. El futuro de una nueva etapa de la historia está en nuestras manos y depende de los pueblos, las masas trabajadoras, la juventud mundial y su poder de transformación para construir un mundo de paz y solidaridad, donde el poder y la riqueza producida sea propiedad de los pueblos y de la juventud del mundo.

Agradecemos al pueblo de Sudáfrica por recibirnos en su país y compartir con nosotros la oportunidad de ver una Sudáfrica que cambia. Nosotros, la juventud del mundo, nos comprometemos a nunca bajar la guardia en la búsqueda de un mundo libre del imperialismo. Comencemos a prepararnos para la XVIII Edición del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.

 

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