Internacionales / Juventud
AVN.- De acuerdo con una nota de La Radio del Sur, la convocatoria al paro nacional fue realizada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), y ha sido apoyada por la Unión Nacional de Trabajadores Portuarios (UNTP), el Colegio de Profesores, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC), la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Coordinadora Nacional Estudiantes Secundarios, la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, entre otros sectores del país.
«La transversalidad de los movimientos que se adhirieron a la marcha demuestra que el tema de la educación afecta a toda la sociedad», subrayó el presidente de la Confech, Andrés Fielbaum.
Hay que recordar, detalla el reporte, que desde 2011 se viene consolidando una estrecha colaboración entre trabajadores y el gremio estudiantil, sectores que persiguen reivindicaciones comunes y que rechazan los planes de privatización del Gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Para la jornada de este miércoles se esperan diferentes movilizaciones, las cuales partirán desde tres zonas distintas, para luego coincidir en un punto céntrico, la Plaza Los Héroes, en el centro de Santiago.
Previo a esta movilización nacional, este martes, 63 estudiantes ocuparon la planta baja del Ministerio de Educación, para reiterar la demanda estudiantil de reformas educativas en el país y exigir que sus peticiones sean escuchadas con miras a los comicios primarios del domingo, donde serán electos los candidatos a las elecciones presidenciales de noviembre, refirió Prensa Latina.
Los jóvenes, quienes fueron desalojados por la fuerza y detenidos por efectivos de la Policía de Carabineros, enviaron un mensaje a favor de los derechos sociales básicos de educación, salud y pensiones para los jubilados, y reiteraron la convocatoria a la jornada de movilizaciones prevista para este miércoles.
Las protestas estudiantiles en Chile, con movilizaciones multitudinarias, se intensificaron a partir de mayo de 2011. Los estudiantes demandan educación pública, gratuita y de calidad y se manifiestan en contra del actual sistema educativo, que permite una amplia participación del sector privado, en contraste con el insuficiente rol del Estado, que sólo aporta 25% del financiamiento.
Los jóvenes exigen al Gobierno que sea reformado el modelo educativo vigente, que fue implantado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).