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Los jóvenes nicaragüenses demostraron su apoyo a la Revolución Popular Sandinista en la capitalina Plaza de la Fe con banderas, consignas, canciones, entre amigos y familiares, con alegría y agradecimiento a un proyecto social participativo.
Entusiastas de menos de dos décadas de edad se arriesgaron desde temprano a la construcción de pirámides humanas, con la finalidad de hacer ondear banderas en lo más alto según sus capacidades.
Desde hace 33 años para gran parte de la juventud nicaragüense existen dos banderas: la azul y blanca distintiva de la nación, y la roja y negra símbolo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), la organización que lideró el triunfo revolucionario de 1979 sobre una dictadura aliada de Estados Unidos.
En esa época, un cúmulo de jovencitos libró una batalla insurreccional que costó miles de vidas, pero solo a partir de la victoria rememorada este jueves pudieron iniciar las transformaciones sociales necesarias para combatir la pobreza, el analfabetismo, el hambre, entre otros males.
La joven Danay Quintanilla vino a la Plaza este día para reafirmar el apoyo a un gobierno que le devolvió la vista a su madre, atendida por los solidarios médicos cubanos de Operación Milagro, uno de los programas impulsados para restituir un derecho fundamental como la salud.
Múltiples muchachos comparten en sus escuelas el interés por vincularse a tareas útiles relacionadas con el bienestar social, la cultura, el deporte, la defensa al medio ambiente, y la Juventud Sandinista 19 de Julio ha sabido definir bien espacios para cada una, precisó Alejandro Teller a Prensa Latina.
El militante carga orgulloso sobre los hombros a su pequeño hijo Adrián quien siente un especial cariño por los árboles, montañas y lagos de su país, aunque desconoce aún la utilidad de los recursos naturales y solo los clasifica por la belleza.
Teller padre en cambio conoce de sobreexplotación y riesgos de exterminio, y le motiva trabajar junto a este gobierno en el rescate del patrimonio natural que otros han dilapidado, para que su hijo pueda continuar admirando la vegetación autóctona.
Banderas de Cuba y Venezuela, e imágenes de Augusto Cesar Sandino, Tomás Borge, Che Guevara, Fidel Castro y Daniel Ortega, colmaron la Plaza y más de 700 metros a lo largo de la Avenida Bolívar.
Los estandartes eran portados por jóvenes y a ellos el presidente Ortega dedicó el aniversario en respeto a la continuidad generacional y el futuro de la Revolución que, según reconoció, hace tiempo está en manos de los chavalos, como se les llama popularmente.
Ellos son el impulso de los distintos proyectos del Ejecutivo sandinista, como el referido a la alfabetización, que el mandatario elogió por su seriedad y humanismo.
PL