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Caracas, 29 Nov. AVN.- Actualmente el chavismo es la única fuerza política que crece electoralmente y de cara a los comicios del 6 de diciembre se consolida como la opción que prefiere la mayoría del país, señaló este domingo el analista político y presidente de la encuestadora Hinterlaces, Oscar Schemel.

«El chavismo en este momento es el único factor electoral que está creciendo, la oposición se ha estancado e incluso está perdiendo en algunos circuitos», mencionó en el programa dominical José Vicente Hoy, transmitido por Televen.

Schemel indicó que los postulados de justicia social propios del chavismo actualmente mantienen el apoyo estable del 40% de la población venezolana, mientras que el resto de la sociedad «ha venido estructurando una visión de país similar al legado del presidente Chávez, aunque no se considere chavista»; lo cual da cuenta de una corriente ideológica que se ha convertido en parte de la cultura y la identidad nacional.

«Más del 70% de los venezolanos cree en una economía mixta, en un Estado fuerte, regulador, en una sociedad igualitaria, la mayoría se definen socialistas y humanistas, tienen una valoración positiva del presidente Chávez en su momento. Es decir, el país es chavista, es cultural y políticamente chavista, porque comparte las tesis fundamentales del legado del comandante Chávez».

«El chavismo va más allá de los respaldos electorales que pueda obtener. Es un símbolo muy poderoso que se ha constituido en cultura nacional y política, en identidad de clase, en comunidad emocional (…) No es posible derrotarlo ni siquiera por las elecciones», reflexionó Schemel.

Por el contrario, comentó que la oposición no ha conseguido consolidarse como una opción política debido a que «es una derecha incapacitada políticamente para conectarse con los sectores populares».

«Es una incapacidad que tiene que ver con complejo, con rechazo, con odio, con desprecio hacia los procesos cuyo protagonismo lo han asumido los sectores populares», apuntó.

En cuanto a las proyecciones para los comicios del 6D, Schemel ofreció sus consideraciones con base en los resultados de la mediciones de Hinterlaces, que reiteradamente ha dado estimaciones acertadas acerca de los procesos electorales en Venezuela, e indicó que resulta incierto, errado y manipulador realizar encuestas basadas exclusivamente en la posible cantidad de votos nacionales, puesto que en realidad son 87 elecciones las que se van a realizar, una por circuito.

«La votación nacional no se corresponde con los resultados electorales por cada circuito. Hay que cuidar mucho esto porque crea falsas expectativas y puede provocar eventualmente una frustración y una neurosis en algunos sectores», advirtió.

Señaló que mientras el chavismo ha ascendido progresivamente en los últimos sondeos, el apoyo opositor ha diezmado debido a que no están «encontrando en la oposición las nuevas respuestas que están demandando», factor político que ha dedicado su campaña a promocionar un «cambio» sin decir cómo lo alcanzará.

Igualmente indicó que un eventual triunfo de la oposición «que no está decretado ni es uno de nuestros pronósticos electorales», aclaró, no puede ser interpretado como una carta en blanco, como un respaldo total de la sociedad venezolana al sector, debido a que el pueblo estará vigilante de que no se reediten las acciones inconstitucionales en que han incurrido los voceros de la oposición a lo largo de estos 15 años y defenderá, de forma cohesionada, el modelo de inclusión, aseguró.

«La mayoría de los venezolanos, más del 90%, cree en el voto como el único instrumento para decidir acerca del destino del país, hay un rechazo absoluto a las tentativas golpistas, inconstitucionales, a las protestas violentas y a las guarimbas. El país quiere paz y estabilidad, y eso lo tiene que tener muy claro la oposición».

Mostró su preocupación respecto al hecho de que la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática se haya negado a firmar el acuerdo de respeto a los resultados electorales, propuesto por el presidente de la República, Nicolás Maduro, ante el Consejo Nacional Electoral y el propuesto por la Misión de Acompañamiento de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

«Hay una agenda oculta, muy presionada por actores internacionales que entienden que el chavismo no se derrota electoralmente (…) y que, en ese escenario, la oposición no tiene respuestas. Y que la única manera se subvertir el orden es caotizando y neurotizando a la sociedad, porque en ese contexto, en ese clima de caos y neurosis, es cuando se pueden borrar las ideas y colocar nuevas, es decir, se puede reconfigurar la cultura nacional», explicó Schemel y agregó: «Las fuerzas más reaccionarias internacionales están apostando, no a una salida democrática, sino a una estrategia insurreccional».

Schemel insistió en que, independientemente de los resultados electorales, los retos del Gobierno nacional tras las parlamentarias serán consolidar el modelo económico productivo, establecer espacios de cooperación con la empresa privada, profundizar la cultura del trabajo, hacer seguimiento de los proyectos y renovar el discurso, de acuerdo con las nuevas demandas de un pueblo que ya hizo suyos derechos que antes del chavismo estaban negados, como la universalización de las pensiones, la salud y educación pública, la alimentación, la actividad física y recreación, etc.

 

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