Nacionales
FOTO:AVN
AVN.- Desde horas de la mañana se concentró un nutrido grupo de personas en los alrededores del Palacio de Miraflores y pobló la avenida Urdaneta para acompañar al Presidente de la República, Hugo Chávez, hasta la Asamblea Nacional donde presentó su memoria y cuenta 2011.
Entre la muchedumbre estaba Omar Rangel alzando una pancarta con un Chávez que golpeaba su mano derecha con su puño izquierdo, y que carga desde hace seis años de marcha en marcha. «Es el Chavito, la gente se alegra cuando lo ve porque sabe que el Presidente estará presente donde él está».
Tenía 15 días de haber sido operado de cataratas en el Centro Diagnóstico Integral de Pinto Salinas, y cargaba unos lentes oscuros para protegerse del sol picoso que salió este viernes 13 de enero. «Hay mucha algarabía, emoción y expectativa por la información y el balance de los logros que va a dar el Comandante».
«Desde el momento que empieza a hablar el Comandante, hasta que termina, para nosotros es como una cátedra de conocimiento, de formación, de línea de trabajo, de tareas que tenemos que asumir frente a las realidades que vienen», expresó.
La señora Inocencia Pérez también llegó al Puente Llaguno para acompañar a Chávez a la Asamblea y a presenciar la cantidad de gente que hay en las calles. «No hay una marcha a la que no venga».
Alguien le preguntó ¿Inocencia te metiste en la Misión Amor Mayor? «Claro que sí, es mi esperanza, porque yo trabajé desde los 18 años y los gobierno de la Cuarta (República) me robaron mi pensión, no sólo a mí sino a muchos que cotizamos y no aparecimos en el sistema»
Dice que el pueblo quiere que continúen los beneficios, «Pa’ atrás ni pa cogé impulso, y pa’ montarme en el autobús del progreso mucho menos, y el capitalismo popular mucho menos, si esa no sabe ni cuanto vale un ticket de Metro».
Chávez salió de Miraflores a la Asamblea Nacional el pueblo alzó las manos, Omar levantó su pancarta, Inocencia lo saludó como pudo, y todos se fueron hasta el Palacio Legislativo donde estaba otra multitud pendiente de los televisores que estaban dispuestos alrededor del Capitolio, entre ella Hugo Palacios.
En su silla de ruedas llevaba una bolsa de mandarinas para aguantar el calor de la tarde, tiene 28 años y se fue desde Guatire hasta el centro de Caracas para escuchar de cerca la Memoria y Cuenta que rendía el presidente.
Un grupo de tambor reventaba el cumaco cerca de la Asamblea y salieron dos personas a bailar, otra agrupación más adelante hacía la competencia y entusiasmó a otra pareja. La memoria y cuenta del año pasado se extendió por unas siete horas, pero Hugo Palacios dijo: «Estamos dispuestos a esperar y escucharlo hasta el final».