Preansa AVN.- Un par de folklóricas burriquitas marcaban el comienzo de la masa roja que este jueves partió a las 11 de la mañana desde la sede de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) hasta la Vicepresidencia de la República, para apoyar la instalación de la mesa de negociación de la contratación colectiva para el sector universitario y rechazar la posibilidad planteada por gremios adscritos a algunas instituciones autónomas de ir a paro indefinido.

El vigor de la juventud se hizo evidente cuando el trote se combinó con la caminata por plena Avenida Universidad al ritmo de «Chávez, corazón del pueblo». Las autoridades ministeriales, Jehyson Guzmán (viceministro de políticas estudiantiles) y Humberto González (viceministro de planificación y desarrollo académico) dejaron a un lado al protocolo y marcharon con la alegría de los estudiantes, acompañados de la banda marcial de la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (Unefa).

En la víspera del inicio de la marcha, el titular del Ministerio de Educación Universitaria (MEU), Pedro Calzadilla, hizo acto de presencia en la tarima apostada frente a la Unearte para saludar a los marchantes y ratificar que allí estaban los universitarios para «decirle al país que se detengan acciones, pensamientos o propósitos que tienen una estrecha vinculación con el fascismo».

Sobre las acciones de desestabilización, el presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Profesores de Educación Superior (Fenasinpres), Telémaco Figueroa, calificó como «la última patada de ahogado» la amenaza de ir a paro indefinido que mantiene la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv).

«Ellos están tratando de no ahogarse porque saben que no habrá ningún tipo de posibilidad de que en la mesa de negociación del contrato colectivo del sector universitario se discutan normas de homologación, la vía ya está establecida y es la normativa laboral», afirmó.

Así, recordó a “quienes están jugando a las guarimbas, haciendo manifestaciones y paros por allí”, que su compromiso como trabajadores es con el logro de las reivindicaciones de manera participativa, al mismo tiempo que subrayó lo sucedido durante el golpe de Estado de 2002, cuando la Fapuv reveló sus intereses políticos al firmar un remitido donde demostraba apoyo irrestricto a Pedro Carmona Estanga.

“Eso es importante recordárselo a aquellos profesores que siguen creyendo que la vía de la Fapuv puede conducir a un acuerdo en buen término”.

Ya en la esquina El Chorro, donde está ubicada la sede del MEU, los vecinos de la torre homónima, paralela al edificio ministerial, ondeaban pañuelos rojos para respaldar la movilización en la que la alegría y el baile fueron los rasgos distintivos.

La estrechez de las calles conducentes a la Vicepresidencia obligaron a que el camión central aparcara frente a la asamblea y de los presentes quedó culminar el recorrido. Los silbatos, matracas y la banda marcial se encargaron de darle continuidad al toque musical de la jornada.

«Esto ha sido una gran fiesta, la hemos pasado súper bien de manera pacífica para ratificar que aquí están los estudiantes revolucionarios dispuestos a defender el proceso por el que se ha logrado ampliar la matrícula de estudiantes y por el cual tenemos universidades como en la que yo estudio, abiertas a los más pobres», expresó Raúl Peña, estudiante de ingeniería industrial en la Unefa.

Y es que como acentuó el presidente de la Asociación de Rectores Bolivarianos de Venezuela (Arbol), William Vanegas, esta marcha tuvo «un sentido profundamente revolucionario y antifascista, de defensa permanente de los derechos fundamentales, entre ellos la libertad de decidir mediante qué mecanismo discutir la contratación colectiva para profesores, obreros y trabajadores administrativos, y también defender el derecho a la educación que tienen nuestros estudiantes, que son la verdadera razón de ser de todas las universidades».

También Clara Rodríguez, estudiante de Música en la Unearte salió al paso para dejar en claro que ellos también son universitarios y no sólo «los estudiantes manos blancas, que sólo por hacer política negocian su derecho a la educación para salir a apoyar un paro de profesores. Los medios privados ni nos muestran, aquí no hay ninguno, y crean la matriz de que los verdaderos universitarios son esos que han marchado estos días, defendiendo un paro. Aquí estamos nosotros y tenemos mucho que celebrar, porque si en algo ha tenido éxito esta revolución es en la educación».

Poco antes de llegar a la vicepresidencia, una segunda tarima recibió a los marchantes. No hubo cansancio ni sol que detuviera el gran festejo de cierre, a ritmo de tambores de la costa que hicieron mover el cuerpo hasta al menos avezado en el baile, dispuesto a bailar bien la bailarina mulata, bien con la rubia de la agrupación encargada de poner broche de oro a la gran caminata.