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12.Sep.2016 / 08:22 am / Haga un comentario

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La conmemoración del 8º aniversario de la creación de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (JPSUV) debería servir para establecer un amplio debate en sus filas sobre la necesidad de llevar adelante una profunda renovación de continuidad y ruptura.

Renovación en la continuidad, por su papel fundamental en la defensa de la Revolución Bolivariana, buscando potencializar y aumentar su fuerza militante con un simultáneo intento de aproximarse cada vez más (un desafío) a toda la juventud «despolitizada» del país. Incluyamos en ella tanto a los jóvenes que adversan a la revolución a partir de preconceptos dogmáticos antichavistas como también, a aquellos jóvenes que solo participan de la política en los momentos electorales y que por eso mismo son rehenes de ese sentido común opositor que imponen tanto los medios como la banalidad de las relaciones cotidianas.

Renovación en la ruptura, porque la JPSUV necesita aplicar a sí misma la repetida consigna de José Carlos Mariátegui para no «(…) ser calco ni copia, sino creación heroica».

Que la frase de Mariátegui sea válida, en líneas generales, para la creación heroica que ha significado la Revolución Bolivariana no implica de manera automática que así lo sea para la juventud bolivariana. Su propia inexperiencia etaria la ha obligado a espejarse en modelos, reflexiones y prácticas de las estructuras comandadas por los menos jóvenes. Ha sabido incorporarse a ellas, es verdad, pero ¿hasta qué punto lo ha hecho comprometiendo parte de su rebeldía original?

Si se analizan las reflexiones del Comandante Chávez sobre la juventud y los aportes también dados por el presidente Nicolás Maduro, verán que ninguno de los dos cometió la imprudencia de ponerse a definir cuál debería ser el pensar y el hacer propios de la juventud. Ninguno de los dos cometió el error de sustituir a la juventud en lo que son sus propios desafíos. Es la sabiduría de quienes vivieron su juventud en otros tiempos y en otro contexto.

En el Aló presidente teórico #3, dedicado a la juventud (25/06/2009), las palabras del Presidente Chávez mantuvieron siempre un cuidadoso espíritu reflexivo, orientador y alentador, pero siempre dejando claro que a la juventud le corresponde un papel propio que ni el mismo Chávez pretendió suplantar. Afirmando que la tarea de la juventud no es una cuestión reservada para el futuro sino que «es una tarea para el presente», el Comandante Chávez dijo en esa oportunidad:

«Nosotros, los socialistas, debemos ser portadores del amor, de la vida del cuerpo colectivo, de la mente colectiva, de la solidaridad, del compromiso social, de la conciencia del deber social; y ustedes muchachos, deben ser mucho mejor que nosotros, mil veces mejor que nosotros, el ejemplo de verdaderos revolucionarios socialistas.»

Para que eso fuese posible, Chávez instruía pedagógicamente en su intervención que los jóvenes debían elevar su conciencia y formarse, porque si algo debe hacer la juventud revolucionaria entre tantas otras cosas, es «estudiar, capacitarse en lo individual y en lo colectivo.»

Por otra parte si es verdad que Chávez expresó una y otra vez su confianza en el pueblo y en los trabajadores, con los que decía estar «restiao», también es verdad que el eterno cadete que juró con 20 años en la Academia Militar de Venezuela defender su Patria, confiaba profundamente en la juventud que había visto crecer. Tan es así que llegó al punto de considerarla como «la mejor de todas las generaciones que por esta tierra ha pasado en 500 años de historia conocida».

El 22 de septiembre de 2012 en la recta final de la campaña electoral, el Comandante Chávez le pasaba el testigo a esa nueva generación:

«A ustedes les corresponde comenzar desde ahora mismo a tomar las riendas de la Venezuela del siglo XXI, para profundizar la Revolución socialista, acelerar la transición del capitalismo salvaje e inhumano para dar paso hacia el socialismo, que es el reino de la paz, el reino del amor».

Pero al mismo tiempo en que les pedía a los jóvenes su compromiso con la Patria, Chávez les recordaba su peculiaridad y los provocaba a seguir siendo siempre auténticamente jóvenes: «Yo llamo a los jóvenes a que sean eternos irreverentes, jóvenes rebeldes, pero con lealtad.»

En esa misma perspectiva de invitar-provocar a los jóvenes para que sean ellos mismos, con autonomía y creatividad, el presidente Nicolás Maduro reflexionaba en agosto de 2013, durante la conmemoración del Día Internacional de la Juventud.

Primeramente los llamó a tomar conciencia de su insustituible responsabilidad:

«Ustedes son el terreno más puro y fértil que tiene la patria para los nuevos valores. O lo hacen ustedes o no lo hace nadie.»

Después les ofreció una reflexión que sirviese como punto de partida para que desarrollasen su capacidad para manejarse por sí mismos. Se apoyó para ello en el mensaje que le diera a la juventud ese aguerrido joven norteamericano, luchador por los derechos civiles y contra el racismo, llamado Malcom X. Un ejemplo de lucha y rebeldía para los jóvenes del mundo que reflexionaba de esta manera:

«Pienso que una de las primeras cosas que deben aprender a hacer los jóvenes, especialmente ahora, es ver con sus propios ojos, escuchar por su propia cuenta y razonar por su propia cuenta: ver, escuchar y razonar. Así puedes llegar a una decisión inteligente por tu propia cuenta. Si te acostumbras a aceptar lo que dicen los demás de una persona, o te acostumbras a aceptar lo que piensan los demás de alguien, en lugar de investigarlo tú mismo y cerciorarte tú mismo, vas a pensar que caminas hacia al oeste, cuando vas hacia el este; o vas a pensar que vas hacia el este, cuando te diriges al oeste. Esta generación, especialmente de nuestro pueblo, tiene un pesado fardo qué cargar, más que en cualquier otra época de nuestra historia. Lo más importante que podemos aprender hoy en día es cómo pensar por cuenta propia. Es bueno escuchar con la mente abierta todo lo que dicen lo demás, pero cuando es hora de tomar una decisión, tienes que sopesar todo lo que has oído, según el mérito de cada cosa, y darle el lugar que le corresponde y tomar una decisión tú mismo, nunca te vas a arrepentir…»

Otro que supo ser rebelde desde su juventud, cariñosamente conocido como Fidel, afirmaba que «Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado (…)». Ocurre que la revolución la hacen los pueblos en conjunción con su «vanguardia», pero ¿Qué es la vanguardia?

El termino posee, entre otros, dos significados principales: 1) Parte de un ejército que va adelante del cuerpo principal; 2) Conjunto de personas o ideas que están más avanzadas en relación con las tendencias de su tiempo, desde el punto de vista artístico, científico, ideológico, etc.

Dado el carácter Cívico-Militar de la Revolución Bolivariana, ambos significados se han cruzado y complementado de manera virtuosa como creación heroica de nuestra revolución, pero como bien decía Christoph Türcke, uno de mis profesores de la Teoría Crítica: «no confundir, no separar». La juventud bolivariana está, sin duda, estrechamente unida a la vanguardia militar y a la vanguardia política de la revolución, pero nadie debe ni puede sustituirla a la hora de generar creativamente su propia vanguardia. A eso se refería Robert Serra cuando afirmaba que la juventud sabría «asumir con pasión la tarea de hacer irreversible la Revolución Bolivariana».

Es que si existe alguna porción de la sociedad venezolana que tiene la posibilidad de entusiasmar al resto de la población es la juventud. Ella, por las propias leyes de la vida, es la más capacitada para convertir la vanguardia y la pasión en el amor inteligente que hará irreversible nuestra revolución.

¡Sigamos siendo la juventud rebelde!

¡Sigamos construyendo la esperanza presente y futura!

¡Sigamos fortaleciendo la vanguardia apasionada de la revolución!

¡JPSUV 8 años, y ahora es cuando!

Anisio Pires

https://www.aporrea.org/actualidad/a233898.html

 

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