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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, viaja este jueves a la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, Estados Unidos, para denunciar internacionalmente el golpe de Estado que adelanta la derecha brasileña en su contra.
La visita de Rousseff forma parte del encuentro para la firma del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, que se realizará en la nación norteamericana y en cuyas negociaciones Brasil participó activamente.
Dicho evento servirá para que la mandataria suramericana muestre a los principales líderes mundiales la realidad de la campaña de desprestigio que sectores opositores has desencadenado en su país, con el objetivo de removerla del cargo presidencial y tomar el poder de la nación latinoamericana de forma inconstitucional.
De acuerdo con el portal Vermelho del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), citado por Prensa Latina, el viaje de la jefa de Estado causó preocupación entre los conspiradores golpistas, liderados por el vicepresidente Michel Temer, quienes hicieron solicitudes ante la Justicia Federal para impedir que Rousseff asista al encuentro.
La intención es “evitar que los principales líderes mundiales tomen conocimiento del momento político que vive Brasil, donde está amenazada la democracia”, agrega el sitio web.
El pasado domingo la mayoría de la cámara baja de Diputados de Brasil aprobó el juicio político en contra la presidenta brasileña, con base en supuestas faltas administrativas que están sustentadas en argumentos políticos y no legales.
En los próximos días el Senado de este país será quien decida de forma definitiva si continúa el proceso. De ser aprobado, la presidenta sería sustituida por Temer, quien rompió alianza con el Partido de los Trabajadores (PT) y contra quien pesa también un pedido de proceso de juicio político.
AVN